Además de apoyo material, institución humanitaria proporciona asistencia psicológica a víctimas del desastre
Seis meses después del terremoto de Japón, el futuro sigue siendo incierto para miles de supervivientes, por lo que la Cruz Roja ha ampliado su programa de ayuda en el país para poder asistir así a unas 110.000 familias que han perdido sus casas.
Hasta el momento, la Cruz Roja ha proporcionado electrodomésticos y útiles para el hogar a 82.000 familias que han perdido sus casas y que están instaladas en viviendas temporales, y se espera que este programa de ayuda alcance a unas 30.000 familias más.
«Dada la magnitud del desastre y la destrucción que se ve todavía en las áreas afectadas, nos vemos obligados a establecer en Japón una operación a largo plazo», señaló el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), el japonés Tadateru Konoe.
Los trabajos de reconstrucción llevarán al menos cinco años, «pero superar el drama humano requerirá aún más tiempo», indicó en un comunicado difundido en Ginebra.
Esta agencia humanitaria tiene su prioridad puesta en restablecer el sentimiento de normalidad en la vida de la gente que ha perdido seres queridos y sus hogares, por lo que su programa de asistencia se basa ahora en la provisión de electrodomésticos y útiles de hogar a los que se han quedado sin casa y han sido reubicados en viviendas temporales.
Según la Cruz Roja, las labores de reconstrucción son arduas, por lo que muchas de estas familias es posible que tengan que vivir en estas viviendas temporales durante varios años.
Además, la Cruz Roja japonesa ha jugado un papel clave en la respuesta de emergencia y los esfuerzos de reconstrucción, al desplegar 800 equipos médicos de forma inmediata tras el desastre e instalar clínicas móviles para atender a los supervivientes.
Seis meses después, la Cruz Roja sigue prestando ayuda psicológica a los afectados que viven todavía en refugios para evacuados, especialmente a los ancianos, y asistencia médica periódica a los afectados por el desastre de Fukushima.
Según adelantaron sus dirigentes, la organización tiene planeado instalar hospitales en el área donde viven los desplazados con equipos de medición de radiación de cuerpo entero.
Los voluntarios de la Cruz Roja en Japón también organizan eventos para hacer la vida de los supervivientes más llevadera y sociable y evitar el sentimiento de aislamiento. (EFE)
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