Fortaleza del yen perjudica sus exportaciones y envejecimiento de la población japonesa reduce mercado interno
La apreciación del yen es un dolor de cabeza para las grandes compañías japonesas. Una moneda fuerte perjudica sus exportaciones.
Fumihiko Ike, alto funcionario de Honda, afirma en una entrevista con el diario Nikkei que el descenso de los ingresos generados por las exportaciones no se puede compensar con una reducción de costos. El problema va más allá.
Además, Honda no puede subir sus precios para no perder competitividad frente a sus rivales de Corea del Sur y otros países.
Ike confiesa sentirse atado de manos. En el mercado doméstico la cosa no mejora, pues aunque quisieran vender más automóviles la demanda interna se está achicando debido al rápido envejecimiento de la población”. “Son tiempos difíciles”, admite.
Honda produce alrededor de un millón de vehículos en Japón, un tercio de los cuales se destina a la exportación. “Si detenemos las exportaciones, no hay manera de que seamos rentables”, manifiesta.
La incierta situación en EE. UU. también está perjudicando a la compañía japonesa. “Una vez más, el mundo gira alrededor de la economía de EE.UU.”, añade.
Con respecto a la competencia que representan sus pares surcoreanos y europeos, Ike afirma que si bien en el mercado norteamericano los precios han subido debido a la escasez de autos japoneses (secuela del terremoto del 11 de marzo), en la segunda mitad del año podría haber una guerra de precios para atraer a los consumidores.
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