El Loco vuelve a poner a Perú en el mapa mundial del fútbol
Juan Manuel Vargas Risco. Luce el número 6 de Perú. En la Fiorentina, su club, también. Como los laterales brasileños de toda la vida. Vargas (Lima, 1983) tiene un golpeo seco, descomunal. En su equipo es lateral izquierdo. En la selección, juega por delante en la banda.
El 2-0 que tumbó a Colombia en los cuartos de final tuvo ‘estilo Puskas’. Arriba, a la escuadra, imparable. A Vargas le llaman ‘el loco’ y en la Copa América ha demostrado la fama que le precede en Italia. Jugador de club grande, Vargas lo tira todo en Perú. Faltas, córners. Como Forlán en Uruguay.
Zurdo de pie, diestro de mano, Juan Vargas vuelve a poner a Perú en el mapa mundial del fútbol. Representa aún el perfil de futbolista del barrio, que jugó en las calles de Magdalena.
A los 12 años ingresó en las divisiones inferiores de Universitario de Deportes, pero luego se alejó. En 2002 volvió a la U, que pasaba una mala situación económica. Sus inicios no fueron fáciles. Eran tiempos de las estrellas del club Chemo del Solar, Carranza, entre otros. Una huelga de futbolistas por problemas económicos le abrió la puerta un buen día del primer equipo.
Debutó un 24 de noviembre de 2002 con el Universitario en el estadio Monumental contra el Cienciano de Cusco. Y como todos los buenos futbolistas, apareció el primer día. Apareció de verdad con un gol desde cuarenta metros de distancia en el minuto 62.
Vargas se consolidó en Perú, fichó luego por el Club Atlético Colón de Santa Fe, en Argentina. Y ahí comenzó su fama en los lanzamientos de falta. Los libres directos son su especialidad. Tiros libres que le dieron fama, como uno recordado que hizo a Boca Juniors.
En 2006, a punto estuvo de fichar por el Portsmouth en la Premier League, pero al final eligió la opción del Catania. Su coste fue de 3,35 millones de dólares. Se revalorizó rápido. Ha estado en las agendas de todos los grandes de Europa. Lo firmó el Fiorentina por 12 millones de euros. Allí se dedica a ponerle balones de oro a Gilardino, que ve puerta a menudo con sus servicios medidos.
En Italia ha seguido la vida de Paolo Maldini, uno de sus grandes ídolos. Le gustan las artes marciales. Practicó taekwondo. Y lleva un anillo con una inscripción en su interior: «En los momentos de dificultad, mantén el equilibrio».
Vargas vive buenos tiempos en el fútbol. El día 19 jugará en La Plata las semifinales de la Copa América ante Uruguay. Los focos le alumbrarán en el moderno estadio que ha diseñado el argentino Roberto Ferreira. (EFE)
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