Aunque ventas cayeron en Japón, Norteamérica y Europa, crecieron en el resto de Asia y en Centro y Sudamérica
El fabricante japonés Toyota Motor anunció un beneficio neto de 408.100 millones de yenes (3.504 millones de euros) en el año fiscal, el doble que el ejercicio anterior, pese al impacto del terremoto del 11 de marzo en el último trimestre.
Entre enero y marzo, el líder mundial del motor tuvo caídas del 77 por ciento en su beneficio neto frente al mismo período del ejercicio anterior, del 52 por ciento en su resultado operativo (por actividad ordinaria) y del 12 por ciento en sus ventas.
Las fábricas de la compañía de Aichi estuvieron totalmente paralizadas durante dos semanas por el grave seísmo y tsunami.
La producción del gigante japonés no se recuperará del todo hasta noviembre o diciembre si bien anunció que alcanzará ya el 70 por ciento de lo habitual desde junio, un mes antes de lo estimado.
El impacto del tsunami ha sido tal que, como la mayoría de los gigantes nipones, Toyota evitó divulgar previsiones de resultados para el ejercicio fiscal iniciado en abril, cuando previsiblemente perderá su liderazgo mundial en favor del estadounidense General Motors.
La primera empresa japonesa, que el año pasado ya mantuvo ese título por escaso margen frente a GM, espera presentar estimaciones de resultados y de ventas hacia mediados del próximo mes de junio.
Su presidente, Akio Toyoda, indicó que en el año fiscal que concluyó en marzo el terremoto restó 100.000 millones de yenes (858 millones de euros) de los resultados operativos de su compañía o por actividad ordinaria.
Los buenos resultados anuales, no obstante, se debieron a la mejora en las ventas en los mercados emergentes, sobre todo en Asia, y a sus esfuerzos por la reducción de costes, explicó Toyoda, nieto del fundador de la multinacional japonesa.
El beneficio operativo anual de Toyota Motor fue de 468.200 millones de yenes (4.021 millones de euros), tres veces más que los 147.500 millones de yenes (1.266 millones de euros) del anterior ejercicio.
Pese a que los beneficios de Toyota duplicaron y triplicaron los del ejercicio anterior en términos netos y operativos, se quedaron por debajo de las previsiones presentadas en febrero, de 490.000 millones de yenes (4.211 millones de euros) y 550.000 millones de yenes (4.727 millones de euros), respectivamente.
Entre abril de 2010 y marzo de 2011 las ventas de la multinacional del motor alcanzaron los 18,99 billones de yenes (163.120 millones de euros), un 0,2 por ciento más, al tiempo que comercializó 7,3 millones de vehículos en todo el mundo o 71.000 unidades más.
De ellos, 5,4 millones de vehículos los comercializó en el extranjero, frente a 5,07 millones del año fiscal 2009.
Como viene sucediendo, las ventas del fabricante del Prius y el Corolla cayeron durante el ejercicio en los países industrializados al tiempo que se incrementaron en los mercados emergentes.
Toyota comercializó 250.000 unidades menos en Japón, hasta alcanzar 1,91 millones de vehículos; 67.000 menos en Norteamérica hasta una cifra de 2,03 millones y 62.000 menos en Europa hasta un total de 796.000 automóviles vendidos.
En Asia, sin embargo, las ventas se incrementaron en 276.000 unidades hasta totalizar 1,25 millones de vehículos mientras en la región compuesta por América Central y del Sur, Oceanía y África aumentaron 174.000 unidades, hasta 1,31 millones de automóviles. (EFE)
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