Juan Felipe Torres sintió la necesidad de estar con los japoneses en estos momentos críticos
Mientras muchos extranjeros abandonaban Japón por la amenazar nuclear, otros –en un gesto de gratitud– decidían retornar para tenderle una mano al devastado país.
El 22 de abril, el colombiano Juan Felipe Torres Álvarez, estudiante de doctorado de 27 años de la Universidad de Tohoku, llegó a un centro de voluntarios en Sendai, donde apoya a los damnificados.
El joven sudamericano le dijo a Asahi Shimbun que se sentía feliz de tener la oportunidad de repartir ayuda a las víctimas o de limpiar o remover muebles rotos de las casas de los ancianos.
Torres estaba en su país cuando se produjo el terremoto del 11 de marzo. Preocupada por el accidente en la planta nuclear de Fukushima, su madre le aconsejó no volver a Japón por un tiempo. Sin embargo, Juan Felipe decidió retornar a su universidad el 12 de abril.
El colombiano llegó a Japón cuando tenía 20 años, donde ingresó a la Universidad de Tohoku para especializarse en ingeniería y diseño de sistema, tras estudiar japonés durante un año. Torres ha estudiado con una beca del gobierno japonés en los últimos siete años.
Estar lejos de Japón en momentos tan difíciles lo hacía sentir culpable. «Sentía como si tuviera la necesidad de estar con todos los japoneses, no sólo con mis amigos y conocidos», dijo. Así las cosas, decidió regresar.
Por último, aseguró que desea continuar como voluntario hasta que la ciudad de Sendai sea reconstruida.
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