Paz, alegría y amor es lo que recordamos en estas fiestas.
¿Pero por qué solo lo hacemos en estas fechas? Nos estamos volviendo unas máquinas para poder ganar más dinero y enviar a nuestros hijos a los mejores colegios.
Esto no tiene nada de malo. Pero por alcanzar a toda costa nuestras metas nos estamos olvidando de nuestra esencia primera, la de ser verdaderamente humanos.
Y aunque el dicho tiene escrito, «errar es humano», no debiéramos olvidar el significado de los mensajes que nosotros mismos enviamos. Bien nos enseñaron que Navidad es todo el año.
¿Quieres paz y todo el día peleas?
¿Quieres alegría y todos los días lloras o te quejas?
¿Quieres amor y no sueñas?
¿Quieres que salga el sol, pero cuando esta ahí casi nunca te das cuenta?
Pasamos la vida pensando que si nos ocurre algo malo es una desgracia, pero no pensamos que todos los días nos ocurre algo bueno y que eso es un regalo que debemos apreciar.
¿Por qué? porque todo lo bueno que nos ocurre en el día a día son las cosas más sencillas de la vida y estamos perdiendo el don de percatarnos de ello.
Así como nos quejamos con mucha ira por algo negativo, igualmente agradezcamos por ejemplo, que podamos ver el hermoso cielo con la misma intensidad.
Haga un espacio en sus pensamientos, aunque sea uno muy pequeño, para alguna cosa buena que le haya pasado en el día. Aunque a otros les parezca algo tonto, no se preocupe, basta con que a usted ese motivo le haya alegrado la jornada. Pero sobretodo, hágalo todos los días y convierta esta práctica en parte de su vida. Entonces se dará cuenta lo bonito que se siente vivir enamorada de algo todos lo días. Y no me refiero solo a ese amor de pareja.
Enamorada de un hombre, enamorada de la vida, de una sonrisa, ¡de un pastel!, de una poesía. Enamorada del pasado, presente y futuro que te depara la vida.
Hoy por ejemplo estoy enamorada de una canción. Como ando mucho por el ciber espacio, imaginé que internet era una cafetería y que estaba sentada en una llamada YouTube, ¿y adivinen con quien me encontré? Nada más y nada menos que con Luis Miguel ¡ay corazoncitos! (je)
Yo soy fiel devota, pero de su voz. Esa voz que te enamora aunque sepamos que en la vida privada parezca ser una desgracia.
Ay, pero cuando «El Sol» canta….la piel se te sofoca y me da escalofríos. Aunque ya me han dicho que eso no es estar enamorada, que eso son los posibles síntomas de la pre-menopausia.
Pero no importa, soñar no cuesta nada y hoy dormiré con los audífonos puestos escuchando un bello bolero.
Hoy yo agradeceré por eso, (por el bolero eh?) y por la sonrisa de mis hijos. Mañana de nuevo por la sonrisa de mis hijos, pero también por alguna otra cosa.
Y usted, ¿qué agradecerá ahora?
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.
by Nan
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