En septiembre pasado, la ciudad de Nago, Okinawa, erigió una estatua de cerdo para señalar la zona como hogar de los cerdos Agu y promoverla entre los turistas.
Una iniciativa aparentemente inocua que, sin embargo, ha sido cuestionada por una consejal de la ciudad, Kumiko Onaga, que en nombre de las mujeres -según dijo- presentó una queja contra la obra por el tamaño y la alta exposición de sus testículos.
La estatua mide unos tres metros de largo y mide alrededor de 1,70 m., detalló Tokyo Reporter.
Los turistas que circulan hacia el norte por una autopista pueden apreciar la parte delantera de la estatua, que está situada al lado del municipio y nació del trabajo conjunto de un comité de planificación y criadores de cerdos Agu.
No obstante, vista desde atrás, sobresalen los genitales del animal, una vista desagradable, según Onaga, quien hizo notar que no había ninguna mujer en el comité de planificación.
«Las mujeres tienen diferentes puntos de vista y sensibilidades», dijo.
Onaga solicitó la remoción de los genitales, pero las autoridades de Nago se niegan a hacerlo y aseguran que no han recibido quejas. (International Press)
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