La princesa Kako de Akishino, segunda hija del príncipe heredero Fumihito y la princesa Kiko, cumplió hoy, 31 años en un año caracterizado por una agenda especialmente activa dentro y fuera de Japón. Con motivo de su cumpleaños, la Agencia de la Casa Imperial señaló que la princesa expresó su agradecimiento a todas las personas que respaldan sus actividades y reafirmó su deseo de trabajar por una sociedad “en la que todos puedan vivir con tranquilidad”.
El balance anual se inscribe en un contexto simbólico, al coincidir con el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. En ese marco, la princesa visitó Hiroshima, una de las ciudades bombardeadas con armas atómicas, donde participó en actos de recuerdo y homenaje a las víctimas. También se desplazó a zonas afectadas por desastres naturales y a instalaciones vinculadas con la atención de personas afectadas por la enfermedad de Hansen.
Durante el último año realizó 12 visitas a distintas regiones del país, tres más que el año anterior, lo que supone el mayor número desde el inicio de la pandemia. En abril viajó a la prefectura de Ishikawa, donde alentó a artesanos afectados por el terremoto de la península de Noto. En junio, su agenda la llevó a Brasil, con un recorrido por ocho ciudades y encuentros con comunidades nikkei.
En agosto, acompañada por su madre, la princesa Kiko, visitó Hiroshima. Allí escuchó directamente los testimonios de sobrevivientes de la bomba atómica, quienes transmitieron sus mensajes en favor de la paz y la no violencia. Posteriormente, la princesa comentó a su entorno que había guardado “profundamente en el corazón” las palabras de cada una de las personas que conoció. Durante la visita, ambas ofrecieron flores en el cenotafio del Parque Conmemorativo de la Paz.
La Agencia de la Casa Imperial destacó que la princesa desarrolla sus actividades con la aspiración de contribuir a una sociedad segura e inclusiva. En octubre, antes de visitar el sanatorio nacional de Hansen Oshima Seishoen, en la prefectura de Kagawa, acudió al Museo Nacional de la Enfermedad de Hansen, en Tokio, donde estudió la historia de la discriminación sufrida por los pacientes. Personas cercanas señalaron que cada visita oficial es preparada con especial detenimiento.
En Tokio, la princesa cumplió 76 compromisos oficiales, cuatro más que el año anterior. En noviembre asistió a la Deaflympics Tokyo Taikai, donde presenció competiciones como karate y tenis de mesa, y participó en un festival internacional de arte para personas sordas celebrado en la capital, en el que mantuvo intercambios con los participantes.
Además de sus funciones institucionales, la princesa trabaja como empleada contratada a tiempo parcial en la Federación Japonesa de Sordos. (International Press)
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