La Guardia Costera de los Estados Unidos ha interceptado un segundo petrolero en aguas internacionales frente a las costas de Venezuela en menos de diez días. Esta operación contó con el apoyo directo de las fuerzas militares estadounidenses para asegurar la embarcación. El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, confirmó la acción tras la salida del buque de un puerto venezolano.
A través de imágenes difundidas por las autoridades, se observa a agentes estadounidenses armados abordando el tanque desde un helicóptero en pleno vuelo. La maniobra técnica permitió tomar el control de la nave mientras navegaba en zona de mar abierto. Esta acción refuerza la vigilancia sobre el flujo de crudo en la región caribeña.
Mayorkas afirmó que Estados Unidos mantendrá la persecución contra el transporte ilegal de petróleo que financia el narcoterrorismo en la región. El gobierno estadounidense sostiene que estas operaciones son vitales para cortar las fuentes de ingresos de grupos criminales. La estrategia vincula la actividad petrolera sancionada con amenazas a la seguridad hemisférica.
La captura ocurre días después de que el presidente Donald Trump anunciara un bloqueo total a los petroleros vinculados al gobierno de Venezuela. El mandatario estadounidense ha exigido formalmente la devolución de los derechos e intereses petroleros en el país sudamericano. Con este despliegue, Washington busca impedir cualquier entrada o salida de suministros energéticos bajo sanción.
Este operativo marca una intensificación en la aplicación de las sanciones económicas mediante la intervención física en rutas marítimas. Las autoridades estadounidenses han dejado claro que la vigilancia en alta mar será constante para hacer cumplir el embargo. Por ahora, la embarcación permanece bajo custodia federal mientras se procesan las investigaciones pertinentes.
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