El diputado Motohisa Furukawa, representante adjunto del Kokumin Minshu-to, propuso la implementación de un impuesto de entrada para turistas extranjeros como medida contra sobreturismo. En su boletín electrónico, Furukawa explicó que esta iniciativa busca generar recursos adicionales para la infraestructura turística y la gestión de destinos muy concurridos, y señaló que el monto del impuesto podría superar los actuales 1.000 yenes establecidos por la “tasa de turismo internacional” al momento de salir del país.
Actualmente, los japoneses pagan 1.000 yenes al salir del país como parte de esta tasa, cuyos ingresos se destinan a mejoras en transporte, seguridad y servicios turísticos. Sin embargo, Furukawa advirtió que cobrarlo a quienes viajan al extranjero podría reducir aún más la salida de ciudadanos japoneses, especialmente en un contexto de yen débil frente al dólar.
Por ello, sugirió que la recaudación se haga al momento de la entrada al país de turistas extranjeros, similar a los sistemas internacionales. Citó como ejemplo el ESTA estadounidense, que cobra aproximadamente 6.000 yenes por autorización de viaje de corta duración, válida por dos años, aunque no se trate de un impuesto propiamente dicho.
El objetivo de esta propuesta, según Furukawa, es equilibrar la llegada de turistas internacionales con la capacidad de los destinos japoneses, garantizando que los recursos generados se inviertan en infraestructura turística, conservación de sitios populares y mitigación de impactos del turismo masivo. La medida, añadió, podría formar parte de un debate más amplio dentro del partido sobre políticas de sostenibilidad turística y financiamiento de servicios públicos vinculados al turismo internacional. (RI/AG/IP/)
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