La Agencia Nacional de Policía informó que entre enero y septiembre de este año se incautaron 400 pistolas en todo Japón, superando ya las 394 armas decomisadas durante todo 2024. Es el cuarto año consecutivo de incremento en las incautaciones.
En Japón, la posesión de armas de fuego está prohibida para la población general, salvo excepciones muy limitadas como cazadores, tiradores deportivos o fuerzas de seguridad, bajo estrictos controles legales. Por ello, cualquier pistola que circule fuera de estos permisos constituye una violación de la Ley de Control de Armas de Fuego y Espadas.
Las autoridades atribuyen el aumento a la venta de armas de fabricación china que se presentan como “de juguete”, aunque poseen la misma capacidad de disparo que una pistola real. La policía advierte que estas armas representan un riesgo para la seguridad pública y promueve su entrega voluntaria.
Según los registros oficiales, las incautaciones habían disminuido durante décadas tras alcanzar su punto máximo en 1995, con 1.880 pistolas decomisadas. Sin embargo, la tendencia cambió en los últimos años: 295 en 2021, 321 en 2022, 349 en 2023 y 394 en 2024. Este año, la cifra ya asciende a 400 unidades al cierre de septiembre.
Del total incautado este año, 368 son armas reales y 32 son modelos modificados a partir de réplicas. Dentro de las armas reales, 156 fueron comercializadas como juguetes, frente a las 64 del año pasado.
La policía identificó 17 modelos sujetos a regulación y estima que existen 16.800 unidades en circulación, de las cuales 4.600 ya fueron entregadas de manera voluntaria.
Un alto funcionario de la Policía Metropolitana advirtió que “aunque se vendan como juguetes, estas armas tienen el mismo poder de fuego que una pistola auténtica”, e instó a la población a no comprarlas ni conservarlas. (International Press)
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