La visita de la primera ministra, Sanae Takaichi y del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizada ayer a la Base Naval estadounidense de Yokosuka se ha convertido en uno de los episodios más comentados en las redes sociales japonesas. El motivo: la efusiva reacción de Takaichi al ser presentada por Trump ante decenas de soldados estadounidenses.
Durante la ceremonia a bordo del portaaviones USS George Washington, Trump señaló hacia ella y proclamó: “She is the winner — the first female prime minister of Japan” (“Ella es la ganadora, la primera mujer primera ministra de Japón”). En medio de los aplausos y gritos de entusiasmo de los soldados, Takaichi sonrió ampliamente, levantó repetidas veces los brazos y dio pequeños saltos, como celebrando en un acto triunfal.
Las imágenes fueron transmitidas en todos los noticieros y reproducidas en redes sociales, convirtiéndose en una de las escenas más simbólicas de la jornada. En la red X , palabras clave como 「米軍基地」 (Beigun kichi, «Base militar estadounidense») y 「高市首相」 (Takaichi shusho, «Primera ministra Takaichi») se posicionaron entre las principales tendencias.
OLA DE CRÍTICAS Y «DESHONRA NACIONAL»
Sin embargo, el gesto de la mandataria desató una avalancha de críticas. Muchos usuarios consideraron su actitud «demasiado ligera» e «impropia de una jefa de gobierno dentro de un buque militar extranjero». Comentarios como “La Primer Ministra de Japón saltando y celebrando sobre un portaaviones estadounidense” (Nihon no sori ga, Beigun kichi-nai no kubo no ue de hashaide iru), o “Parece una simple estudiante secundaria emocionada al ver a su ídolo” (Aidoru ni aete muchu ni natte iru tada no joshikosei), se multiplicaron en las redes.
Otros calificaron la escena como “Solo puedo sentir vergüenza como japonés” (Nihonjin toshite haji-iru bakari), “Vergonzoso” (Mittomonai), “Alboroto estúpido” (Baka sawagi) o incluso “Deshonra nacional” (Kokujoku).
La etiqueta “恥ずかしい首相” (Hazukashii shusho, “una primera ministra vergonzosa”) también circuló entre las tendencias como un recordatorio incómodo de la subordinación histórica del país ante Washington.
LOS DEFENSORES: «FUE UN GESTO NECESARIO»
Pero no todo fueron reproches. Algunos internautas defendieron la reacción de Takaichi, argumentando que fue una respuesta empática y espontánea ante la efusividad del ambiente. «Fue su forma de expresarse tras reflexionar sobre su papel en ese contexto”, escribió un usuario.
Otra persona señaló: “Podemos interpretarlo como una reacción inmediata a las circunstancias y al entorno dentro de la base estadounidense”. Incluso hubo quienes justificaron la escena diciendo que “un poco de sobrerreacción era necesaria”.
Sin embargo, los primeros signos de emotividad de Takaichi se observaron durante su participación en ASEAN, donde sus incontroladas risas dejaron ver rostros de sorpresa entre los presidentes del sudeste asiático presentes. Su reacción se atribuyó a los nervios de su primera participación internacional, sólo cinco días después de haber asumido el mando de Japón. (RI/AG/IP/)
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