
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy el despliegue del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque hacia el Caribe, en aguas cercanas a Venezuela, como parte de su estrategia contra el narcotráfico.
Esta maniobra representa una intensificación significativa del enfoque estadounidense en la región y eleva notablemente la tensión geopolítica.
Según el portavoz del Departamento de Defensa, Sean Parnell, la operación busca “aumentar nuestra capacidad para detectar, monitorizar e impedir actividades ilícitas que amenazan la seguridad y prosperidad de la patria y el hemisferio occidental”.
Las fuentes indican que la nave, puesta en servicio en 2017 y que es la más grande de su flota, necesitará varios días para llegar desde su ubicación actual en Europa hasta el Caribe.
La medida se enmarca en una campaña más amplia del Gobierno de Trump, que desde septiembre ha realizado al menos diez ataques contra embarcaciones atribuidas al cártel Tren de Aragua, vinculadas por Washington al régimen venezolano. Estos ataques habrían provocado más de 40 muertes hasta la fecha.
Por su parte, el presidente venezolano Nicolás Maduro condenó el despliegue y afirmó que su país está en “máxima preparación” para defender su soberanía ante lo que denomina “una amenaza militar sin precedentes”.
Este paso marca una transición clave: de operaciones navales convencionales de interdicción de narcóticos hacia una presencia militar de alta envergadura con capacidad de intervención en tierra, lo que plantea dudas sobre el alcance real de la campaña y su legalidad bajo el derecho internacional. (RI/AG/IP/)
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