El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha trazado una línea roja inquebrantable en el camino hacia la paz: Ucrania no cederá territorios adicionales no ocupados a Rusia. Esta firmeza territorial se combina, sin embargo, con una sorprendente disposición diplomática, ya que el mandatario ha manifestado su voluntad de unirse a la futura cumbre planificada entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Rusia, Vladímir Putin, en Budapest.
Zelenski ha sido categórico al rechazar cualquier recompensa territorial para el Kremlin, calificando a su homólogo ruso como un «terrorista». «Estoy de acuerdo [con Trump] en que si queremos detener esta guerra y pasar urgentemente a negociaciones de paz por vía diplomática, debemos permanecer donde estamos y no entregar nada adicional a Putin, porque él lo quiere. Porque él es un terrorista», declaró el presidente.
ZELENSKI QUIERE ESTAR EN LA MESA DE PAZ
En paralelo a su negativa a las concesiones territoriales, Zelenski insistió en que cualquier acuerdo de paz debe contar con la participación directa de Kiev. El líder ucraniano reafirmó su disposición a reunirse cara a cara con Putin, subrayando la necesidad de inclusión para alcanzar una paz «justa y duradera».
«Si realmente queremos una paz justa y duradera, necesitamos a ambas partes de esta tragedia. ¿Cómo puede haber acuerdos sin nosotros, sobre nosotros?», cuestionó Zelenski con vehemencia. Al ser consultado sobre su asistencia a la cumbre de Budapest, confirmó que le transmitió su respuesta a Trump de forma concisa: «Estoy listo».
La propuesta de Zelenski es clara: se debe iniciar cualquier formato de negociación, sea bilateral o trilateral, pero estas conversaciones deben llevarse a cabo en un entorno de calma y seguridad. «Y tienen que llevarse a cabo en silencio, no bajo misiles y drones», enfatizó el presidente, apelando a la necesidad de un alto el fuego real para cualquier progreso diplomático.
La declaración de Zelenski llega en un contexto delicado, justo después de que trascendieran las demandas territoriales de Moscú. Según informes de The Washington Post, Putin habría exigido el control total de la región de Donetsk a Trump como condición para poner fin a la guerra, sugiriendo que, a cambio, estaría dispuesto a ceder partes de las regiones de Zaporizhzhia y Jersón.
La firmeza de Zelenski al rechazar ceder cualquier territorio adicional no ocupado a Rusia establece la postura ucraniana para cualquier diálogo futuro, posicionando la soberanía e integridad territorial como condiciones no negociables para la paz. Su disposición a viajar a Budapest, sin embargo, indica la urgencia de Ucrania por forzar una resolución diplomática a un conflicto prolongado y destructivo. (RI/AG/IP/)
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