Candidatos al liderazgo del PLD: no a una política migratoria de «puertas abiertas»

Debate de los 5 candidatos a la presidencia del PLD. 

Con el número de trabajadores extranjeros en Japón superando los 2,3 millones, un nuevo récord, el tema de la migración se ha convertido en un punto de debate clave en la carrera por el liderazgo del Partido Liberal Democrático (PLD).

En un foro público, los cinco candidatos a la presidencia del partido, que se decide el 4 de octubre, expusieron sus visiones sobre cómo abordar este desafío. A pesar de las diferencias en sus propuestas, todos compartieron una postura común: su oposición a la llamada política de inmigración.


Toshimitsu Motegi: El ex secretario general del LDP fue enfático al declarar que «Japón no debe aceptar inmigrantes». Motegi abogó por una estricta aplicación de la ley para aquellos que no cumplan con las reglas, con el objetivo de lograr una «política de cero extranjeros ilegales». Su postura se reforzó con la mención de una reciente visita a Kawaguchi, una ciudad que enfrenta conflictos con una gran población kurda.

Yoshimasa Hayashi: El secretario jefe del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, se centró en la necesidad de un «control gradual» de la cantidad total de trabajadores extranjeros. Resaltó sus logros en la implementación de medidas más rigurosas para el cambio de licencias de conducir extranjeras a japonesas, como un ejemplo de cómo gestionar la situación con un enfoque práctico.

Sanae Takaichi: La exministra de Seguridad Económica, Sanae Takaichi, propuso un enfoque de «mano dura» y la creación de un «centro de mando» para coordinar todas las políticas migratorias. Takaichi se comprometió a «tomar medidas enérgicas» contra los residentes indocumentados y a devolver a sus países de origen a aquellos que se hagan pasar por refugiados para fines económicos. Además, abogó por establecer reglas claras para la adquisición de tierras por parte de extranjeros.


Shinjiro Koizumi: El ministro de Agricultura, Silvicultura y Pesca, Shinjiro Koizumi, también se mostró en contra de la llamada política de inmigración de «puertas abiertas». Koizumi señaló que el sistema actual es insuficiente para manejar el aumento de extranjeros. Al igual que Takaichi, pidió fortalecer la función de un centro de mando gubernamental y se comprometió a desarrollar un «plan de acción» antes de fin de año para abordar la situación.

Takayuki Kobayashi: El exministro de Seguridad Económica, Takayuki Kobayashi, se unió a la oposición a la inmigración. Kobayashi enfatizó la necesidad de una «visión a mediano y largo plazo» para la coexistencia con los extranjeros. Aunque reconoció la necesidad de mano de obra foránea en algunas industrias y regiones, afirmó que Japón debe «crear un sistema que dependa lo menos posible de los extranjeros».

UNA VISIÓN COMÚN CON DISTINTOS ENFOQUES


El debate dejó claro que, a pesar de sus diferentes propuestas, existe un consenso firme entre los candidatos: ninguno apoya una política de inmigración abierta.

Sus posturas reflejan el dilema de Japón: la necesidad de mano de obra extranjera para compensar la baja natalidad, a la vez que se mantiene el orden social y se abordan las preocupaciones de seguridad. Este es el desafío que el próximo líder del PLD deberá enfrentar, equilibrando la necesidad económica con una gestión migratoria estricta. (RI/AG/IP/)



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