El precio del arroz en Japón vuelve a alcanzar niveles récord, superando los 4.000 yenes por un paquete de cinco kilos, a pesar de la liberación de reservas gubernamentales que momentáneamente habían reducido los costos. La llamada “efectividad del arroz de reserva” se agotó en apenas tres meses, dejando a los consumidores frente a precios elevados mientras el nuevo arroz de la temporada llega a los mercados.
En la mañana de ayer, 19 de septiembre, en la tienda Tobu Store Matsubara de Soka, Prefectura de Saitama, los paquetes de cinco kilos de arroz nuevo de Niigata, variedad Tsukiakari, se exhibían a 5.182 yenes.
Desde mediados de agosto, cuando comenzó la llegada del arroz nuevo, los precios de adquisición para las tiendas han sido aproximadamente un 50 % más altos que en años anteriores. Según Kanesaka Kazunori, jefe del departamento de alimentos procesados de Tobu Store, “si trasladamos todo el aumento a los clientes, se alejarán, por eso hemos limitado la subida a un 20 %”.
El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca informó que el precio promedio de cinco kilos de arroz en supermercados alcanzó los 4.285 yenes en mayo, un récord histórico. Con la venta de arroz de reserva en julio, el precio descendió a la franja de los 3.500 yenes, pero en septiembre volvió a superar los 4.000 yenes.
El aumento se explica, en parte, por la competencia entre las cooperativas agrícolas (JA) para recolectar arroz. Para asegurar el producto, las JA incrementaron los pagos anticipados a los agricultores, conocidos como “pagos estimados”, alcanzando cifras récord. Por ejemplo, JA Zen-Noh Niigata ofreció 30.000 yenes por 60 kilos de arroz Koshihikari, un 76 % más que el año anterior.
A pesar de la sobreproducción proyectada para 2025, que superaría la demanda en 170.000 a 480.000 toneladas, y de existencias privadas que podrían alcanzar hasta 2,29 millones de toneladas para junio de 2026, los comerciantes priorizan asegurar arroz disponible por encima de controlar precios. Algunas empresas ya pagan más de los pagos estimados para garantizar suministro.
El ministro de Agricultura, Koizumi, declaró tras la reunión del gabinete: “Con estas cantidades disponibles, queremos que los consumidores mantengan la calma”. Sin embargo, la sequía y el calor extremo de este verano podrían afectar la cosecha, manteniendo la incertidumbre sobre los precios. (RI/AG/IP/)
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