
La Fiscalía de Fukuoka, sede Kokura, se prepara para acusar formalmente a Masanori Hirabaru, de 44 años, por el asesinato de una estudiante de secundaria y el intento de homicidio de su compañero en un restaurante de comida rápida en Kitakyushu, ocurrido en diciembre de 2024. Tras dos evaluaciones psiquiátricas, las autoridades concluyeron que el acusado presentaba un trastorno mental que influyó en el crimen, aunque no al punto de anular completamente su capacidad para distinguir entre el bien y el mal.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación, la primera evaluación, realizada entre enero y abril de 2025, ya había identificado la existencia de una enfermedad mental, pero no cuestionaba de manera contundente su responsabilidad penal. Además, se consideraron sus acciones tras el ataque, como la huida y el encierro en su domicilio, que mostraban intención de evitar a la policía, reforzando la idea de que mantenía cierto grado de discernimiento.
No obstante, el informe inicial carecía de detalles suficientes sobre la influencia del trastorno en el desarrollo del ataque, un aspecto que se prevé será central en el futuro juicio con jurado popular. Por ello, se ordenó una segunda evaluación psiquiátrica a cargo de otro especialista, que se prolongó cinco meses, desde abril hasta este mes de septiembre.
El nuevo dictamen reveló que Hirabaru sufría síntomas de delirio que habrían incidido en su comportamiento la noche del crimen. Con estos resultados, la fiscalía ha determinado que el acusado actuó bajo un estado de “shinsin kojaku” (capacidad mental debilitada), lo que limita parcialmente su responsabilidad penal, pero no lo exime de ser procesado. La acusación formal por asesinato y tentativa de asesinato se presentará este mes.
El caso conmocionó a la ciudad de Kitakyushu el 14 de diciembre de 2024, cuando Hirabaru irrumpió en un restaurante McDonald’s del distrito de Kokura Minami alrededor de las 20:25 horas y atacó con un cuchillo a dos adolescentes de tercer año de secundaria. Una joven de 15 años murió tras recibir una puñalada mortal, mientras que su compañero resultó gravemente herido al ser apuñalado en el abdomen.
El acusado, que fue detenido en dos ocasiones por los cargos de asesinato y tentativa de asesinato, declaró a los investigadores que creyó que “los estudiantes se estaban riendo de él”. Sin embargo, se confirmó que no existía relación previa entre el hombre y las víctimas, lo que añadió un componente de irracionalidad al crimen. (RI/AG/IP/)
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