

El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, anunció hoy su dimisión en una rueda de prensa extraordinaria en la residencia oficial, donde explicó las razones de su decisión y adelantó que no participará en la próxima elección anticipada para la presidencia del Partido Liberal Democrático (PLD).
Ishiba, que asumió el cargo en medio de un contexto político complejo, señaló que su permanencia habría profundizado las divisiones internas. “He tomado la dolorosa decisión de apartarme. Avanzar hacia un proceso para el adelanto de elecciones para el liderazgo del PLD habría generado una fractura decisiva dentro del partido”, declaró. Al mismo tiempo, hizo un llamado a los militantes: “Espero que juntos superemos este momento difícil”.
«Hasta que se elija un nuevo presidente del partido, cumpliré con mis responsabilidades ante el pueblo y confiaré el futuro al nuevo presidente y primer ministro». El PDL celebrará elecciones presidenciales lo antes posible para elegir a un sucesor. El primer ministro ha dejado claro que no se presentará a estas elecciones presidenciales.
POLÉMICAS Y LOGROS DE GESTIÓN
En su comparecencia, Ishiba reconoció que no pudo disipar la desconfianza ciudadana en torno a los escándalos de financiación política. “No he conseguido erradicar la desconfianza del pueblo hacia la política. Ese es mi mayor pesar”, admitió, advirtiendo que una pérdida de confianza en el PLD podría empujar al país hacia “un populismo simplista y peligroso”.

El mandatario subrayó también que la conclusión de las negociaciones arancelarias con Estados Unidos representaba un punto de cierre adecuado para dar paso a un relevo. “Ahora que hemos alcanzado un acuerdo, es el momento oportuno para ceder el lugar a otros”, dijo.
Entre los principales logros de su gobierno destacó la aprobación de leyes de ciberdefensa, el aumento del umbral de exención del impuesto sobre la renta, las políticas de apoyo al sector agrícola con una nueva estrategia para el arroz, y el refuerzo del presupuesto en prevención de desastres. Reiteró su compromiso con la creación de una Agencia Nacional de Gestión de Desastres en 2026.
LIMITACIONES Y RETOS PENDIENTES
Ishiba admitió que varias de sus políticas quedaron inconclusas, especialmente en materia de revitalización regional y reformas a la seguridad social. “La revitalización local es indispensable para enfrentar el envejecimiento y la baja natalidad. Por desgracia, el camino quedó a medio recorrer”, señaló. También llamó a un debate bipartidista sobre el futuro del sistema de pensiones, salud y cuidados.
En materia diplomática, el primer ministro destacó el fortalecimiento de la alianza con Estados Unidos y la cooperación con países afines, expresando su deseo de que la próxima administración dé continuidad a esas relaciones.
La renuncia de Ishiba abre un proceso de transición clave en el PLD, en medio de tensiones internas y tras la derrota electoral en la Cámara Alta. Su salida anticipa un nuevo capítulo en la política japonesa, donde la atención se centra en quién tomará las riendas del partido y del gobierno en un momento de desafíos económicos, sociales y diplomáticos. (RIA/AG/IP/)
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