
Cuatro trabajadores de una empresa de obras públicas murieron en un trágico accidente ocurrido en la ciudad de Gyoda, prefectura de Saitama, al caer el sábado dentro de un pozo de alcantarillado donde se había acumulado una concentración letal de gas tóxico. La policía reveló que se detectaron niveles de sulfuro de hidrógeno de al menos 150 partes por millón (ppm), quince veces superiores al límite de seguridad fijado por el gobierno japonés (10 ppm).
La Policía de Gyoda identificó a las víctimas como Honma Hiroyuki (53 años, de Gyoda), Higuchi Hidekazu (56, de Ageo), Matsumura Makoto (54, de Konosu) y otro hombre de 54 años residente en Kitamoto. Todos eran empleados de una empresa de ingeniería civil con sede en la ciudad de Saitama, que había sido contratada por las autoridades locales para realizar una inspección subterránea.
El accidente ocurrió alrededor de las 9:25 de la mañana, cuando uno de los trabajadores descendía por la escalera del pozo para revisar una sección del sistema de alcantarillado. Según las primeras investigaciones, este primer operario cayó súbitamente, y los otros tres intentaron socorrerlo, pero también se desplomaron uno tras otro en el interior del conducto. A las 16:00 horas, todos habían sido rescatados por los bomberos, pero los cuatro fueron declarados muertos en hospitales cercanos.
Los equipos de rescate confirmaron que ninguno de los trabajadores llevaba mascarillas protectoras, tanques de oxígeno ni otros equipos de seguridad respiratoria, y que tampoco se hallaron tales implementos en las inmediaciones del lugar.
La empresa responsable declaró que en el lugar había un detector de gases y que al inicio de la operación se había verificado que los niveles de sulfuro de hidrógeno estaban por debajo del umbral permitido. Sin embargo, no se ha explicado por qué el gas se acumuló tan rápidamente ni por qué no se emplearon medidas de seguridad más estrictas.
El trabajo formaba parte de una inspección nacional ordenada por el gobierno tras un accidente de colapso vial en la ciudad de Yashio (prefectura de Saitama) ocurrido en enero de este año. La investigación busca prevenir futuros hundimientos provocados por el deterioro de la infraestructura subterránea.
La policía está llevando a cabo autopsias a los cuatro fallecidos y ha comenzado una investigación por posible negligencia profesional con resultado de muerte, para determinar si hubo fallas graves en la gestión de seguridad durante la operación. (RI/AG/IP/)
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