
En plena campaña electoral, Sohei Kamiya, líder del partido ultraconservador Sanseito y conocido por sus teorías conspirativas, volvió a generar polémica con declaraciones que asocian la agricultura, la identidad cultural y la soberanía nacional con un supuesto plan de “destrucción” del país.
Durante un mitin el 16 de julio en Fukui, Kamiya advirtió que, en su opinión, la importación de arroz extranjero supone una amenaza existencial para Japón: “Si en este momento, cuando la agricultura está en declive, recurrimos al arroz extranjero, la agricultura japonesa desaparecerá. Si los japoneses dejan de cultivar arroz, perderemos la fe, desaparecerá el sintoísmo y, si el sintoísmo se extingue, también la Casa Imperial”, afirmó ante los asistentes.
El líder de Sanseito fue más allá y calificó el actual rumbo económico y cultural como una operación deliberada: “Nos están empobreciendo a propósito, haciendo que no podamos producir nuestros alimentos, enfriando el país, introduciendo productos foráneos, cambiando el idioma, destruyendo el japonés. ¿No es esto una limpieza étnica a largo plazo? ¿No les parece aterrador? ¿Acaso no nos están sometiendo a limpieza étnica gradual?”, aseguró.
Sanseito, que en sus propuestas electorales defiende la autosuficiencia alimentaria del 100 % y la conversión de la agricultura en un servicio público, ha radicalizado su discurso nacionalista en los últimos meses. Analistas señalan que este tipo de mensajes apelan al miedo para movilizar votantes en torno a la idea de que la globalización y la apertura comercial suponen una amenaza cultural y espiritual para Japón. (RI/AG/IP/)
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