
La princesa Kako, segunda hija del príncipe heredero Akishino, visitó hoy el santuario «Kashikodokoro», en el Palacio Imperial de Tokio, como parte de los preparativos protocolares para su viaje oficial a Brasil, que comenzará mañana.
Minutos antes de las 10.00 horas, la princesa fue vista saludando con una sonrisa desde la ventanilla de su vehículo al ingresar al recinto imperial, vestida con un conjunto rosa claro, mientras caía una tenue lluvia sobre la capital. En el santuario «Kashikodokoro», uno de los tres recintos sagrados del complejo conocido como «Kyuchu Sanden», presentó sus respetos y comunicó formalmente su desplazamiento al extranjero, siguiendo las costumbres de la Casa Imperial.
El viaje, que se extenderá por dos semanas, responde a una invitación del Gobierno de Brasil con motivo del 130.º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Durante su estancia, la princesa participará en actos conmemorativos, realizará una visita de cortesía al presidente Luiz Inácio Lula da Silva y se reunirá con representantes de la comunidad nikkei.
Está previsto que visite ocho ciudades, entre ellas Brasilia, São Paulo y Río de Janeiro. En cada localidad, rendirá homenaje a los inmigrantes japoneses fallecidos mediante ofrendas florales en monumentos conmemorativos y mantendrá encuentros con sus descendientes, fortaleciendo así los lazos históricos entre Japón y Brasil.
La comunidad nikkei en Brasil es la más numerosa del mundo, con más de dos millones de personas. La relación entre ambos países se remonta a 1908, con la llegada del Kasato Maru al puerto de Santos, marcando el inicio de la inmigración japonesa en América Latina. (International Press)
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