
Apple está trabajando en una tecnología revolucionaria que permitiría controlar sus dispositivos —como el iPhone o el Vision Pro— usando solo la mente. La empresa estadounidense ha entrado oficialmente en el campo de las interfaces cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), una tecnología que podría transformar la manera en que interactuamos con la tecnología, dijo el Wall Street Journal.
En alianza con la startup estadounidense Synchron, Apple está desarrollando un nuevo tipo de implante cerebral. Este dispositivo, llamado Stentrode, se instala en las venas del cerebro y capta señales neuronales, que luego se traducen en comandos para controlar íconos en una pantalla. Actualmente, este sistema ya permite a personas con enfermedades como ELA (esclerosis lateral amiotrófica) o lesiones severas de la médula espinal operar un iPhone, iPad o incluso un visor de realidad mixta sin necesidad de moverse físicamente.
En una demostración en video en la conferencia Nvidia GTC realizada en marzo en San José, California, Synchron mostró cómo su sistema permite a uno de los participantes de su prueba, Rodney Gorham, quien padece parálisis por el ELA, controlar varios dispositivos en su hogar. Desde su sala de estar en Melbourne, Australia, Gorham pudo reproducir música desde un altavoz inteligente, ajustar la iluminación, encender un ventilador, activar un comedero automático para mascotas y usar una aspiradora robótica.
“Lo que vimos hacer a Rodney es un comienzo, pero hay muchas más interacciones que realmente se pueden empezar a implementar aquí”, afirmó David Niewolny, director sénior de atención médica y tecnología médica de Nvidia. Con la IA cognitiva, afirma, la mente será la interfaz de usuario definitiva.
Sin embargo, los movimientos aún son más lentos que los métodos convencionales. Según un vocero de Synchron, esto se debe a que los sistemas actuales deben «engañar» a las computadoras haciéndolas creer que el cerebro está usando un mouse. Apple planea lanzar un estándar oficial para desarrolladores este año, lo que acelerará el desarrollo de funciones nativas para estos implantes.
En paralelo, Neuralink, la empresa de Elon Musk, ha desarrollado su propio implante cerebral llamado N1, que cuenta con más de 1.000 electrodos colocados dentro del cerebro. Uno de sus usuarios ya ha demostrado mover un cursor más rápido con el pensamiento que una persona usando un mouse.
Esta tecnología no solo ayudará a personas con discapacidad, sino que también podría aumentar las capacidades cognitivas humanas y permitir competir con la inteligencia artificial avanzada. (RI/AG/IP/)
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