
Un informe independiente reveló que el suicidio de un estudiante de tercer año de secundaria ocurrido en agosto de 2023 estuvo vinculado a un entorno de acoso persistente dentro del club de natación de su escuela. La investigación, encargada por el Comité de Educación de la ciudad de Osaka, expone problemas estructurales en la forma en que las escuelas japonesas manejan el acoso escolar, especialmente en el contexto de actividades extracurriculares, dijo el Mainichi.
El informe concluye que las relaciones rígidas y el ambiente cerrado dentro de los clubes deportivos pueden agravar los casos de acoso. En este caso, el estudiante comenzó a sufrir conductas hostiles desde primer año, que fueron escalando con el tiempo: comentarios agresivos, obstrucción durante la práctica, salpicaduras intencionales y, más tarde, aislamiento social. Para su tercer año, el informe señala que el rechazo por parte de los compañeros se había normalizado, y muchos ya no percibían sus acciones como acoso.
El 14 de agosto de 2023, tras enterarse de que se había organizado una celebración sin incluirlo, el estudiante envió mensajes por la aplicación LINE a un amigo con frases como “me quiero morir” y “no puedo más”. Poco después, se quitó la vida.
EL ROL LIMITADO Y SIN AUTORIDAD DE LOS ASESORES
El reporte identificó que la falta de supervisión constante del profesor encargado del club, combinada con una estructura donde los alumnos permanecen tres años en el mismo grupo, contribuyó a un entorno de relaciones sociales cerradas y poco flexibles. Además, la piscina como lugar de entrenamiento dificultaba la supervisión externa, permitiendo que el acoso se intensificara sin ser detectado.
Aunque el profesor a cargo (el “asesor” del club) había advertido a algunos alumnos en varias ocasiones, carecía de autoridad y apoyo suficiente para intervenir eficazmente. La estructura organizativa actual deja, en muchos casos, la responsabilidad de prevenir y resolver el acoso en manos de un solo docente, lo cual el informe califica como una “limitación estructural” grave.
El informe recomienda que los asesores de clubes se involucren de forma activa y respondan de inmediato ante conductas problemáticas. También señala que, si bien lo ideal es que varios docentes gestionen estas situaciones, la sobrecarga laboral del profesorado lo vuelve difícil, planteando la necesidad de una revisión profunda del modelo actual.
REPENSAR EL FUTURO DE LAS ACTIVIDADES ESCOLARES
En el contexto de la baja natalidad y la necesidad de reducir la carga laboral de los docentes, muchas escuelas están transfiriendo gradualmente las actividades extracurriculares a organizaciones deportivas comunitarias. No obstante, el informe subraya que, incluso en ese esquema, las escuelas deben seguir siendo responsables de investigar y manejar los casos de acoso.
Finalmente, el comité instó al Comité de Educación de Osaka a revisar de forma integral el sistema de clubes escolares, considerando no solo la eficiencia operativa, sino también su relación con la seguridad y el bienestar emocional del alumnado. (RI/AG/IP/)
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