
En Japón, los «mopeds» —bicicletas de dos ruedas con motor eléctrico y pedales o ciclomotores— están ganando popularidad como medio de transporte para trayectos cortos. A simple vista, se asemejan a las bicicletas eléctricas asistidas, pero legalmente son considerados ciclomotores (Gendo kitsuki jitensha), lo que implica requisitos específicos:
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Licencia de conducir válida
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Matrícula
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Seguro obligatorio (Jibaiseki hoken)
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Equipamiento de seguridad: luces, intermitentes, espejos retrovisores, etc.
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Uso obligatorio de casco
Sin embargo, muchos usuarios desconocen estas obligaciones y utilizan mopeds sin cumplir con las normativas, lo que constituye una infracción legal.
CONFUSIÓN ENTRE CICLOMOTOR Y BICICLETA ELÉCTRICA
A diferencia de las bicicletas eléctricas asistidas, que requieren pedaleo para activar el motor y cuya asistencia se corta a los 24 km/h, los mopeds pueden funcionar únicamente con el motor eléctrico, alcanzando velocidades de hasta 30 km/h. Esto los clasifica como ciclomotores según la ley japonesa, independientemente de si se utilizan los pedales o no.
Conducir un moped sin cumplir con los requisitos legales puede acarrear sanciones severas: multas de hasta 500,000 yenes, pérdida de puntos en la licencia, posible revocación de la licencia y responsabilidad penal en caso de accidentes.
La policía está intensificando la vigilancia y las sanciones contra los conductores que infringen estas normas.
Al comprar un moped, especialmente en línea, es crucial verificar que el vehículo cumpla con las regulaciones japonesas y que se proporcionen los documentos necesarios para su registro. Algunos vendedores pueden promocionar mopeds como «bicicletas eléctricas» o «asistencia de tres niveles», lo que puede inducir a error. (RI/International Press)
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