La Federación Automovilística de Japón (JAF) alzó hoy la voz en sus redes sociales, reclamando con contundencia la eliminación inmediata del llamado “impuesto provisional” aplicado a la gasolina. En un mensaje con tono inusualmente firme, la organización declaró: “¡Ya hemos llegado al límite!”, respaldándose en encuestas que muestran un rechazo casi unánime entre los conductores japoneses.
El llamado “impuesto provisional” sobre la gasolina fue creado en 1974 como una medida temporal para financiar un plan urgente de infraestructura vial. Originalmente, este sobrecargo de 25,1 yenes por litro debía durar solo mientras se cubrían esas necesidades puntuales. Sin embargo, más de 50 años después, sigue vigente.
A día de hoy, los impuestos representan aproximadamente el 45% del precio de venta de la gasolina. Por ejemplo, si el precio al consumidor es de 160 yenes por litro, solo 89 yenes corresponden al combustible en sí. El resto, cerca de 71 yenes, se reparte entre distintos impuestos: el impuesto a la gasolina (28,7 yenes), el impuesto al carbón y petróleo (2,04 yenes), el impuesto climático (0,76 yenes) y el ya mencionado sobrecargo provisional de 25,1 yenes.
UN IMPUESTO QUE PERDIÓ LA RAZÓN DE SER
JAF critica duramente que este sobrecargo, inicialmente creado como medida de emergencia, se haya vuelto permanente sin justificación actual. Desde 2008 se intentó eliminar, pero el gobierno volvió a restablecerlo y lo convirtió en parte del sistema fiscal ordinario. Lo que comenzó como una recaudación específica para obras viales hoy se integra al presupuesto general del Estado, sin garantizar que esos fondos vuelvan a las carreteras.
El problema, según JAF, es que los automovilistas siguen pagando un impuesto basado en una lógica obsoleta. Y más aún: están pagando impuestos sobre impuestos. Esto se debe a que al precio del combustible, ya inflado por tributos, se le añade el consumo del 10% de IVA, generando una situación de “doble tributación”.
EL IMPACTO EN EL BOLSILLO
La organización automovilística sostiene que esta carga fiscal es cada vez más insostenible, especialmente en un contexto de precios internacionales de petróleo elevados por conflictos como la guerra en Ucrania o las tensiones en Medio Oriente. Además, la finalización reciente del subsidio a los combustibles agrava aún más el problema para los conductores japoneses, que enfrentan precios históricamente altos.
En su publicación, JAF subraya que el 96,1% de los automovilistas rechazan el impuesto provisional y reclama su inmediata eliminación. La organización también recuerda que ha presentado peticiones formales al gobierno y al parlamento basadas en sus encuestas anuales sobre fiscalidad automotriz. (RI/AG/IP/)
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