
El gobierno japonés ha iniciado una revisión de las barreras comerciales no arancelarias que han sido duramente criticadas por Estados Unidos, en un esfuerzo por fortalecer su posición antes de entablar nuevas negociaciones arancelarias con la administración del presidente Donald Trump. Entre los puntos clave bajo análisis se encuentran las regulaciones sobre importación de automóviles y productos agrícolas.
El primer ministro Shigeru Ishiba declaró en una sesión presupuestaria de la Cámara Baja que desea realizar «el análisis más detallado posible» y subrayó la necesidad de «explicar de forma rápida y clara» cómo Japón abordará dichas barreras, citando específicamente las normas de seguridad automotriz.
LA PRESIÓN DEL INFORME COMERCIAL DE EEUU
La revisión japonesa toma como base el Informe Nacional sobre Estimaciones de Barreras Extranjeras al Comercio 2025 elaborado por la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR), publicado el 31 de marzo. El informe dedica 11 páginas exclusivamente a Japón, señalando que sectores como el automotriz y el agrícola están especialmente protegidos.
El Nikkei señaló que Washington ha argumentado que Japón mantiene prácticas discriminatorias que dificultan el acceso de productos estadounidenses, como los automóviles que deben pasar pruebas específicas de seguridad locales y procesos de certificación que pueden durar hasta dos meses.
Entre los puntos criticados están las normas japonesas sobre vehículos eléctricos (EV), las cuales, según el informe, favorecen a fabricantes nacionales al establecer estándares de carga rápida que excluyen a modelos estadounidenses.
En respuesta, el gobierno japonés está considerando aceptar ciertas certificaciones de seguridad estadounidenses, como las pruebas de colisiones traseras, lo cual podría representar un gesto significativo hacia Washington sin comprometer la seguridad local.
Un asesor cercano al primer ministro comentó: “No creemos que los autos americanos se vayan a vender masivamente aquí, incluso si se eliminan las barreras, pero mostrar disposición a revisar regulaciones nos da ventaja negociadora”.
AGRICULTURA, OTRO FOCO DE TENSIÓN
En el ámbito agrícola, el informe de EEUU cuestiona el sistema japonés de importación, distribución y venta de arroz, al considerarlo «altamente regulado y poco transparente», una situación que, según Washington, impide la entrada de arroz estadounidense al mercado japonés.
También se critica el sistema de tarifas progresivas sobre el cerdo —que impone más impuestos a productos de bajo precio— y la regulación sobre la carne de res, que requiere eliminar tejidos específicos del ganado por razones sanitarias, lo que obstaculiza la exportación desde EEUU
Otros sectores también aparecen en el informe USTR, como el mercado de seguros, donde se acusa a entidades estatales como Japan Post Bank y Japan Post Insurance de obstaculizar la competencia. Asimismo, se denuncia que las universidades extranjeras con campus en Japón no reciben el mismo trato fiscal ni acceso a becas o fondos de investigación que las instituciones japonesas.
El encargado de las conversaciones con EE. UU. es el ministro de Política Económica y Fiscal, Ryosei Akazawa, quien se reunirá este jueves con su homólogo estadounidense, el secretario del Tesoro Scott Bessent. Akazawa declaró que Japón está dispuesto a discutir las barreras no arancelarias “si el tema se pone sobre la mesa”.
Además de la revisión de barreras, Tokio evalúa otras cartas de negociación, como ampliar las compras de equipos de defensa estadounidenses o cooperar en el desarrollo de un proyecto de gas natural licuado en Alaska, lo que puede aliviar las tensiones comerciales con Washington. (RI/AG/IP/)
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