
La Comisión de Comercio Justo de Japón (JFTC, por sus siglas en inglés) emitió este lunes una orden de medidas correctivas contra Google por violaciones a la Ley Antimonopolio. Se trata de la primera vez que el organismo toma esta medida contra una gran empresa tecnológica estadounidense.
La resolución responde a prácticas que, según la JFTC, restringían de forma injusta la competencia en el mercado de los smartphones. En concreto, se cuestiona que Google exigiera a los fabricantes de dispositivos con su sistema operativo Android incluir su motor de búsqueda y el navegador Chrome en las pantallas de inicio como condición para obtener la licencia de uso de la tienda de aplicaciones Play Store. Estas condiciones se habrían aplicado al menos desde julio de 2020, afectando al 80% de los dispositivos Android vendidos en el país.
Además, Google firmó contratos de reparto de ingresos publicitarios con cinco fabricantes y operadores de telefonía. Para beneficiarse de estos contratos, las empresas debían no solo instalar los servicios de Google en posiciones prominentes, sino también abstenerse de preinstalar servicios de búsqueda de empresas rivales.
La JFTC calificó estas prácticas como «transacciones condicionadas restrictivas», una forma de conducta prohibida por la Ley Antimonopolio, al limitar las opciones de los fabricantes y obstaculizar la entrada de nuevos competidores.
Como parte de la orden, Google deberá cesar estas prácticas y relajar las condiciones contractuales sobre la ubicación de sus servicios en los dispositivos. También se exigirá que un tercero independiente supervise durante cinco años el cumplimiento de las medidas preventivas para evitar reincidencias.
Google, por su parte, emitió un comunicado en el que expresó su desacuerdo con los hallazgos de la investigación. «Lamentamos los resultados de la investigación. Consideramos que nuestras alianzas en Japón han impulsado la innovación y ampliado las opciones para los consumidores. Estudiaremos detenidamente la orden y evaluaremos nuestros próximos pasos», indicó la empresa.
Este nuevo procedimiento administrativo sigue a otro llevado a cabo en abril de 2024, cuando Google se comprometió voluntariamente a mejorar sus prácticas en el negocio de la publicidad digital. La reincidencia y el alcance de las violaciones detectadas en esta ocasión llevaron a la JFTC a adoptar una orden formal.
La medida también se enmarca en un contexto internacional de creciente escrutinio hacia Google y otras grandes tecnológicas por parte de organismos de competencia. En 2018, la Comisión Europea impuso a la empresa una multa récord de 4.340 millones de euros por prácticas similares en Android, una decisión que fue ratificada en parte por el Tribunal General de la UE en 2022. En Estados Unidos, el Departamento de Justicia presentó una demanda en 2020 por supuestas infracciones a las leyes antimonopolio, incluyendo acuerdos con Apple. En agosto de 2024, un tribunal federal reconoció que el buscador de Google mantenía una posición dominante.
En Japón, la entrada en vigor en diciembre de 2025 de la nueva Ley para la Promoción de la Competencia en Software de Smartphones (conocida como la «nueva ley para smartphones») reforzará el marco legal en este ámbito. Esta norma obligará a mostrar múltiples opciones de navegadores y buscadores al usuario, y prohibirá prácticas que impidan la competencia en la distribución de aplicaciones o en los sistemas de pago. En caso de infracción, podrá ordenarse el pago de una multa equivalente al 20% de las ventas relacionadas con la conducta anticompetitiva.
En marzo, la JFTC anunció que, además de Google, Apple y su filial iTunes también están siendo objeto de investigación. Para hacer frente a estos casos, el organismo está ampliando su plantilla especializada en el área digital. (International Press)
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