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Después de medio siglo de planificación y retrasos, Bolivia finalmente pondrá en marcha este mes la planta siderúrgica de Mutún, un proyecto de 546 millones de dólares financiado en su mayoría por China.
El complejo, ubicado en el este del país, cerca de la frontera con Brasil, será operado durante su primer año por la empresa Sinosteel Engineering and Technology, de origen chino. Su inauguración oficial está programada para el 24 de febrero, y se espera que en su fase inicial produzca 200.000 toneladas de acero anuales, con un valor estimado de 260 millones de dólares.
La puesta en marcha de la planta Mutún marca un hito en la economía boliviana, que hasta ahora dependía de la importación de acero desde Brasil y Perú.
«Estamos entrando en una era de industrialización», declaró el ministro de Minería, Alejandro Santos Laura, durante una conferencia de prensa.
Este ambicioso proyecto fue postergado en múltiples ocasiones desde su propuesta inicial, hace 50 años. Una de las principales trabas fue la disputa con la empresa india Jindal Steel & Power Ltd, que había sido contratada para construir la planta en un acuerdo previo.
La reactivación del proyecto llega en un momento crucial, ya que el gobierno del presidente Luis Arce enfrenta desafíos económicos debido a la caída de las exportaciones de gas, lo que ha debilitado las reservas de divisas del Banco Central de Bolivia y generado presión sobre la moneda local.
La planta Mutún utilizará 66.000 toneladas de materia prima al mes, extraídas del Cerro Mutún, un yacimiento que, según autoridades bolivianas, alberga 40.000 millones de toneladas de mineral de hierro, posicionándolo como una de las mayores reservas del mundo.
PROYECCIÓN DE EXPANSIÓN EXPORTACIÓN
Bolivia no sólo busca cubrir el 50% de su demanda de acero con esta primera planta, sino que ya evalúa la construcción de una segunda instalación para satisfacer el 100% del consumo interno y posteriormente exportar el excedente.
«Cuando superemos el 100%, construiremos otra planta, aún mejor que la actual. No tendremos otra opción que exportar el excedente», afirmó Santos Laura.
Inicialmente, el complejo siderúrgico generará 700 empleos directos, y en su fase de expansión alcanzará los 1.000 puestos de trabajo. (RI/AG/IP/)
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