A una semana del colapso de una carretera en Yashio, Saitama, el rescate del conductor atrapado sigue enfrentando serias dificultades. El agua y el lodo que llenan la cavidad han obstaculizado los esfuerzos de búsqueda, mientras expertos advierten sobre el riesgo de nuevos derrumbes.
El gobernador de Saitama, Motohiro Ono, expresó su frustración el 4 de febrero: “Es lamentable que los bomberos aún no puedan entrar plenamente en la zona de rescate. Trabajamos día y noche para crear las condiciones adecuadas para la búsqueda”.
El accidente ocurrió el 28 de enero cuando un camión cayó en un socavón de aproximadamente 9 metros de largo por 5 metros de ancho. A pesar de que el 29 de enero se logró extraer parte del vehículo, la cabina quedó atrapada bajo los escombros y el terreno siguió cediendo, expandiendo la cavidad hasta 40 metros de largo y 15 metros de profundidad. Un funcionario local describió la situación como “un auténtico hormiguero colapsado”.
El colapso ocurrió en una zona de terreno blando dentro de la llanura de Kanto, donde hace 6.000 años existía el Antiguo Golfo de Tokio y era parte de la Bahía de Tokio. Yoshiharu Yokoyama, director del Instituto de Riesgos de Desastres Daichi, dijo a Mainichi que “la composición del suelo hace que el agua y la arena fluyan con facilidad, lo que probablemente contribuyó al crecimiento del socavón”.
ESFUERZOS OBSTACULIZADOS
El rescate se ha basado en la eliminación de escombros y la contención del flujo de agua. Desde el 29 de enero, el gobierno ha solicitado a 12 municipios, con una población combinada de 120 millones de personas, que reduzcan el uso del agua para minimizar la filtración hacia el socavón. También se autorizó el vertido controlado de aguas residuales en un río cercano.
Sin embargo, el problema se agravó el 30 de enero cuando una nueva sección de la carretera colapsó, dañando un canal de drenaje que transportaba agua de riego. Como resultado, la zona de rescate volvió a inundarse, lo que forzó una pausa en las operaciones. Los rescatistas han tenido que construir una segunda rampa de acceso para facilitar el trabajo, pero los avances han sido lentos.
CÓMO SERÁ LA REONSTRUCCIÓN
Además del rescate, las autoridades ya estudian cómo restaurar la infraestructura afectada. Un comité de expertos fue creado el 2 de febrero para analizar la reparación de la tubería de alcantarillado que colapsó, cuyo diámetro de 4,75 metros la convierte en una de las más grandes de la región.
El profesor Hiroaki Morita, de la Universidad de Nihon, explicó que el daño podría haberse debido a la corrosión causada por ácido sulfúrico, un subproducto del agua residual en ciertas condiciones. Estima que la reparación tomará al menos un año e implicará la creación de una ruta alternativa para las aguas residuales antes de poder trabajar en la tubería dañada.
Un alto funcionario de la prefectura advirtió que los costos de la reconstrucción podrían alcanzar decenas de miles de millones de yenes, debido a la extensión de los daños y la complejidad de la obra.
Mientras tanto, el tiempo sigue corriendo para los rescatistas, quienes luchan contra un terreno inestable y el constante flujo de agua en la esperanza de encontrar al conductor desaparecido. (RI/AG/IP/)
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