El Tribunal Popular Intermedio de Suzhou, en la provincia de Jiangsu, condenó hoy a la pena de muerte a Zhou Jia Sheng, un hombre de 52 años acusado de asesinato premeditado. El fallo se refiere a un ataque ocurrido en junio de 2024, en el que una mujer china perdió la vida y una madre e hijo japoneses resultaron heridos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores nipón informó que ni en el juicio inicial ni en la sentencia se hizo mención directa a Japón. Según el tribunal, Zhou actuó motivado por la desesperación derivada de deudas económicas, lo que lo llevó a realizar un ataque indiscriminado. «El acto fue extremadamente atroz, con consecuencias sociales graves, lo que justifica la pena máxima», señaló el fallo.
El incidente ocurrió el 24 de junio de 2024. Zhou, originario de la provincia de Anhui, viajó a Suzhou, donde atacó con un arma blanca a una madre e hijo japoneses que esperaban el autobús escolar. En el lugar también se encontraba Hu Youping, asistente de transporte, quien murió durante el ataque al intentar proteger a las víctimas. Zhou fue detenido por las autoridades chinas y acusado formalmente en noviembre del mismo año.
Pese a la gravedad del caso, el juicio se celebró a puerta cerrada, sin acceso a la prensa. Representantes japoneses, como el cónsul general de Shanghái, Masaru Okada, asistieron como observadores. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China había clasificado previamente el ataque como «un acto fortuito», sin aclarar si los ciudadanos japoneses fueron atacados de manera deliberada.
El caso de Suzhou no es el único incidente violento reciente. En septiembre de 2024, un niño japonés fue asesinado con arma blanca mientras caminaba hacia la escuela en Shenzhen, provincia de Guangdong. Este caso comenzará su juicio el 24 de enero. (RI/AG/IP/)
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