Seattle, Washington. Ichiro Suzuki, leyenda del béisbol y actual asesor especial del presidente de los Marineros de Seattle, ha sido seleccionado como el primer asiático en ingresar al Salón de la Fama del Béisbol en Estados Unidos. En una rueda de prensa realizada hoy, el jugador compartió reflexiones sobre su carrera, la importancia del número 51 que portó durante su trayectoria y su sentimiento ante quedarse a un voto de una selección unánime.
Durante su discurso, Ichiro recordó su llegada a las Grandes Ligas en 2001, un momento en el que pocos podían imaginar el impacto que tendría. «Este día no lo habría imaginado nadie en aquel entonces», declaró emocionado. También expresó su gratitud hacia los fanáticos de Seattle, que lo acogieron en su regreso en 2018 tras una etapa inicial con el equipo hasta 2012. «Ese recibimiento fue uno de los momentos más destacados de mi vida», afirmó.
EL LEGADO DE LA CAMISETA Nº51
El número 51, que será retirado en su honor, tiene un peso especial para el jugador. «Llevar ese número fue una responsabilidad enorme, especialmente porque también perteneció a figuras como Randy Johnson. Sentí la obligación de honrarlo en cada partido», explicó.
Ichiro también compartió su visión sobre el futuro de los jugadores japoneses en las Grandes Ligas. Aunque destacó haber jugado con un propósito claro como el primer bateador japonés en MLB, lamentó que el número de compatriotas en las mayores siga siendo reducido. «Esperaba que hubiera al menos uno o dos por equipo a estas alturas, pero estamos lejos de eso», señaló.
NO RECIBIÓ EL 100% DE LOS VOTOS
Al recordar momentos importantes de su carrera, mencionó su retiro en 2019, que tuvo lugar en el Tokyo Dome. «El hecho de que los aficionados permanecieran en el estadio horas después del partido fue un recuerdo que llevaré conmigo siempre», expresó.
Acerca de la votación que permitió a Ichiro ser seleccionado para unirse al Salón de la Fama, la crítica deportiva esperaba que Ichiro recibiera el 100% de los votos al obtener esa distinción, pero una persona del jurado no votó por el japonés.
Al ser consultado por la prensa sobre ese voto en contra, Ichiro sorprendió con su brillante perspectiva. «La imperfección es lo que nos impulsa a avanzar. Estoy agradecido por ese voto que faltó, ya que me recuerda que siempre hay margen para crecer». (RI/AG/IP/)
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