En noviembre de 2023, un trágico accidente cambió la vida de una familia en Sapporo. Mientras caminaban por una acera, una rueda que se desprendió de un vehículo impactó directamente a una niña de cuatro años, dejándola en estado de coma. A más de un año del incidente, el caso llegó a los tribunales, generando indignación entre los familiares de la víctima y un amplio debate en la sociedad japonesa.
El accidente ocurrió cuando la rueda delantera izquierda de una camioneta liviana, conducida por el acusado Yutaka Wakamoto, se soltó, golpeando a la niña que iba caminando de la mano de su padre junto a su hermana mayor. La menor fue lanzada varios metros y sufrió daños irreversibles en la médula espinal. Desde ese día, permanece en estado de inconsciencia, mientras su familia enfrenta una lucha diaria llena de dolor.
Ayer, 16 de enero, se celebró la primera audiencia judicial contra Wakamoto, conductor del vehículo, y Masamitsu Tanaka, su propietario. Ambos admitieron los cargos relacionados con negligencia en el mantenimiento del vehículo y modificaciones ilegales que contribuyeron al accidente. «Las tuercas de la rueda estaban sueltas», coincidieron en decir los acusados.
Sin embargo, las palabras de arrepentimiento de los acusados no convencieron al padre de la víctima. «Quiero que se enfrenten realmente al impacto de sus acciones, no solo con palabras, sino con actitudes que demuestren arrepentimiento», declaró el padre en una conferencia de prensa tras la audiencia.
DUDAS SOBRE LA JUSTICIA
El caso ha generado controversia por la implicación del propietario del vehículo, Tanaka, quien delegó el mantenimiento a Wakamoto. Las autoridades lo arrestaron meses después del accidente por su presunta responsabilidad, pero la fiscalía ha desestimado acusarlo penalmente como responsable directo del accidente, sino solamente por haber violar la ley de tránsito al realizar una modificación ilegal a la camioneta para que utilice otro tipo de neumáticos.
Esta decisión ha provocado la frustración de la familia, que ha iniciado una campaña de firmas en línea y planea llevar el caso ante el Comité de Revisión de Decisiones Fiscales.
El padre de la niña enfatizó la necesidad de justicia y medidas para prevenir incidentes similares en el futuro: «Es inaceptable que la vida de mi hija haya sido destruida por una afición irresponsable, y que los responsables enfrenten consecuencias mínimas. Esto no debería repetirse. Es un problema que debemos abordar como sociedad».
A medida que el caso avanza, la familia enfrenta la realidad de que las secuelas del accidente son irreversibles, pero su lucha continúa para buscar justicia y generar conciencia sobre la importancia de la seguridad vehicular y la responsabilidad social. (RI/AG/IP/)
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