La cadena de restaurantes Kentucky Fried Chicken (KFC) ha tomado medidas contundentes para proteger a sus empleados del abuso por parte de algunos clientes. El lunes 2 de diciembre, la empresa anunció oficialmente la implementación de una nueva política contra el «Customer Harassment» (abuso por parte del cliente), la cual incluye la colocación de carteles ilustrados en sus establecimientos. Estos carteles visualizan ejemplos de conductas inaceptables, con el fin de sensibilizar a los clientes y fomentar un ambiente de respeto mutuo.
En un comunicado, KFC Japón destacó que, en ocasiones, algunos clientes protagonizan actos de abuso hacia el personal, lo que podría poner en peligro su bienestar físico y emocional. La compañía dejó claro que estas conductas son totalmente inaceptables y que afectan directamente la calidad del servicio que los empleados pueden ofrecer. Con esta nueva iniciativa, KFC busca crear un entorno seguro para su equipo y una experiencia agradable para todos los comensales.
La política de la empresa establece que, en caso de detectar situaciones de abuso o acoso, se tomará una postura firme y organizada. Si el comportamiento de un cliente se considera grave, la compañía se compromete a consultar con la policía y abogados para proceder con las acciones legales pertinentes. KFC ha enfatizado que cualquier intento de abuso será tratado con seriedad y, de ser necesario, se tomarán medidas judiciales.
Algunos de los comportamientos que la empresa ha identificado como acoso son los siguientes:
1. Obstrucción del servicio: Permanecer largo tiempo en el establecimiento sin consumir o realizar demandas excesivas, como llamadas telefónicas constantes.
2. Reclamos recurrentes: Presentar quejas de manera continua en cada visita o a través de múltiples llamadas telefónicas.
3. Comportamientos intimidatorios: Gritar, usar lenguaje agresivo o causar disturbios dentro del local.
4. Demandas desproporcionadas: Insistir en peticiones que no son razonables o buscar errores en las palabras del personal.
5. Amenazas y daños: Realizar amenazas verbales o físicas, o dañar propiedades del restaurante.
6. Acoso verbal: Hacer comentarios despectivos o exigir un trato preferencial aprovechando una posición dominante.
7. Difamación en redes sociales: Publicar información falsa o personal sobre los empleados.
8. Exigencias financieras indebidas: Solicitar dinero o beneficios que no corresponden al valor del servicio recibido.
9. Acoso físico o sexual: Realizar comportamientos inapropiados, como acechar o acosar sexualmente al personal.
10. Invasión de propiedad: Acceder a áreas restringidas del local, como oficinas o espacios de trabajo, sin autorización.
KFC Japón ha resaltado que esta política es parte de su compromiso con la creación de un entorno laboral seguro y respetuoso, donde los empleados puedan brindar un servicio de calidad sin temer por su integridad. La empresa también subrayó la importancia de que los clientes colaboren y actúen de manera respetuosa, para que todos los involucrados puedan disfrutar de una experiencia positiva.
Con esta medida, KFC reafirma su compromiso con el bienestar de su equipo y con el objetivo de ofrecer un servicio que fomente la salud, la felicidad y la seguridad en cada uno de sus establecimientos. (International Press)
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