La victoria de Donald Trump en las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos ha intensificado la venta de yenes en el mercado cambiario, lo que ha empujado al yen a un mínimo de 154,7 unidades por dólar. Esta caída ha aumentado las expectativas de que el yen podría llegar a 160 yenes por dólar como en abril de este año, dijo una previsión del diario económico Nikkei.
En la mañana de este miércoles 7 de noviembre, en el mercado de Tokio, el yen se encontraba en uno de sus puntos más bajos en los últimos meses continuando con una tendencia de depreciación que empezó en verano. Los analistas y operadores del mercado señalan que no existen actualmente grandes jugadores en el mercado que puedan detener esta situación, salvo la intervención de las autoridades japonesas, concretamente el Ministerio de Finanzas y el Banco de Japón.
Los fondos de inversión especulativos, conocidos como “hedge funds”, se han posicionado a favor del dólar frente al yen. Los datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés) muestran un incremento en las posiciones a la baja del yen por parte de estos fondos en los últimos días. Esta estrategia incluye operaciones de «carry trade», que consisten en vender yenes para comprar dólares y otros activos, aprovechando los diferenciales de tipos de interés entre Japón y Estados Unidos.
Las instituciones financieras japonesas, como los bancos y las compañías aseguradoras, han disminuido recientemente sus reservas en bonos extranjeros, lo que reduce su presión para comprar yenes en el mercado y, en consecuencia, limita el soporte al yen. Además, las grandes empresas exportadoras japonesas, que tradicionalmente venden dólares y compran yenes para sus operaciones, ya realizaron estas operaciones en julio y agosto, y ahora no parecen dispuestas a aumentar sus reservas en yenes.
Por su parte, las expectativas de que los bancos centrales intervengan en el mercado para frenar el yen débil no parecen realistas. Aunque el Ministerio de Finanzas japonés emitió un comunicado en el que advierte sobre los movimientos extremos en el mercado, los expertos creen que una intervención directa podría ser políticamente delicada en el contexto posterior a las elecciones estadounidenses.
Con un escenario en el que los inversores individuales también se muestran reacios a comprar yenes, la atención está puesta en las posibles acciones del gobierno japonés y el Banco de Japón. Hasta el momento, las declaraciones de los reguladores se han limitado a advertencias, pero en el mercado aumentan las voces que piden acciones concretas para evitar que el yen siga perdiendo valor frente al dólar. (RI/NI/IP/)
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