La ratificación nacional de jueces de la Corte Suprema es un proceso único en Japón que permite a los ciudadanos evaluar por voto popular si los jueces de este tribunal están cumpliendo adecuadamente con sus responsabilidades. Esta revisión, regulada por la Constitución japonesa en su artículo 79, otorga a los votantes el poder de decidir si los magistrados deben permanecer en su cargo o ser destituidos.
Cada vez que un juez es nombrado en la Corte Suprema, su permanencia debe ser revisada en las primeras elecciones generales para la Cámara de Diputados. Tras esta primera evaluación, el juez debe someterse a otra revisión cada diez años, coincidiendo con las elecciones generales de la misma cámara. Este proceso se repite durante toda su carrera judicial en la Corte Suprema, lo que garantiza que los jueces sigan contando con la confianza del pueblo japonés.
¿QUIÉNES PUEDEN PARTICIPAR?
Todos los ciudadanos japoneses con derecho a voto en las elecciones de la Cámara de Diputados pueden participar en la revisión de los jueces de la Corte Suprema. Además, una reciente enmienda legal en noviembre de 2022 ha permitido que los ciudadanos japoneses en el extranjero o en alta mar puedan también participar en este proceso, ampliando así el alcance y accesibilidad de la revisión.
La revisión de los jueces se lleva a cabo el mismo día de las elecciones generales, en los mismos centros de votación. Esto permite a los ciudadanos evaluar tanto a sus representantes legislativos como a los magistrados de la Corte Suprema en una misma jornada, facilitando la participación en ambos procesos democráticos.
¿CÓMO SE VOTA?
El sistema es simple: los nombres de los jueces a revisar están impresos en una papeleta de votación. Si el votante desea que un juez sea destituido, debe marcar una «X» junto a su nombre. Si prefiere que el juez continúe en su cargo, simplemente deja el nombre sin marcar. Es importante destacar que cualquier otro tipo de marca o comentario anulará el voto.
Para quienes votan desde el extranjero o en alta mar, las papeletas contienen un número de referencia que corresponde a cada juez, en lugar de sus nombres. Esta medida facilita el proceso en contextos donde imprimir los nombres podría ser logísticamente complicado.
Si el número de votos con una «X» supera el número de papeletas sin marcar, el juez en cuestión será destituido de su cargo. Sin embargo, este sistema cuenta con una excepción: si el total de votos emitidos no alcanza el 1% de las personas registradas en los padrones electorales nacionales y en el extranjero, la destitución no tendrá efecto.
Este proceso, inusual a nivel internacional, refleja el principio de soberanía popular en Japón. Permite que los ciudadanos ejerzan control sobre el poder judicial y asegura que la Corte Suprema se mantenga alineada con los valores y expectativas de la sociedad japonesa. A pesar de su carácter simbólico, pues las destituciones son extremadamente raras, esta revisión destaca el compromiso de Japón con la democracia y la transparencia en el ámbito judicial. (RI/International Press)
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