Las autoridades japonesas han intensificado la investigación en torno a una serie de robos perpetrados por trabajadores del «yami baito» (trabajo a tiempo parcial de actividades delictivas), un fenómeno que ha cobrado fuerza en las últimas semanas.
Estos incidentes han aumentado en la región metropolitana de Tokio y se han extendido a las prefecturas de Hokkaido y Tochigi, lo que ha llevado a los investigadores a buscar conexiones entre los delitos.
Desde agosto, se han registrado un total de 17 incidentes relacionados en seis prefecturas, Hokkaido, Tokio, Saitama, Kanagawa, Chiba y Tochigi. Los asaltos se están volviendo cada vez más violentos, lo que ha motivado a las autoridades a redoblar esfuerzos para identificar a los líderes detrás de estas operaciones delictivas.
Hasta la fecha, más de 20 personas han sido arrestadas en conexión con estos casos y se siguen reportando nuevos incidentes que podrían estar relacionados.
Según la policía, cinco hombres arrestados el mes pasado por un caso de secuestro en el barrio de Nerima, Tokio, habrían sido reclutados a través de anuncios de «yami baito». Estos individuos recibieron instrucciones sobre sus delitos mediante la aplicación de mensajería «Signal», conocida por su alto nivel de privacidad. El análisis de sus teléfonos reveló que la cuenta utilizada por el presunto líder de la operación coincidía con las de otros tres incidentes ocurridos en Saitama y Kanagawa.
Además, dos sospechosos de un robo con violencia en una vivienda de Tokorozawa, Saitama, han sido vinculados a un incidente que tuvo lugar en Kokubunji un día antes. Las investigaciones preliminares sugieren que los incidentes del 18 de septiembre en Saitama podrían estar relacionados con los de Tokorozawa y Kokubunji, dado que comparten al mismo líder.
Otro aspecto relevante es que uno de los hombres implicados en el caso de Kokubunji tenía experiencia en el sector de reformas. La víctima había estado contratando a un empresario de reformas a precios elevados desde finales del año pasado, lo que ha llevado a considerar la posibilidad de que las listas de clientes de estos empresarios se utilicen en los robos. Sin embargo, los investigadores son cautelosos, ya que el lugar de trabajo del sospechoso y el contratista de la víctima no están directamente relacionados.
A medida que se descubren conexiones entre estos robos, las autoridades consideran que podría haber un mismo líder detrás de las operaciones. También se está investigando la posible participación de grupos delictivos anónimos y fluidos en estos crímenes.
Además, el caso surgido en Hokkaido donde un hombre de setenta años fue atado con cinta adhesiva y sufrió heridas, presenta similitudes en el método utilizado con respecto a la serie de robos en el área metropolitana, lo que refuerza la preocupación sobre la creciente ola de delitos vinculados al «yami baito». (International Press)
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