Este mes se celebra la campaña del “Movimiento del Lazo Rosa”, que busca promover la detección temprana y tratamiento del cáncer de mama. En Japón, las mamografías (rayos X del seno) se han utilizado durante más de 20 años, pero las cifras no muestran una reducción significativa en la tasa de mortalidad. Esto plantea una pregunta clave: ¿por qué la detección temprana no está funcionando como se esperaba? Citado por el diario Mainichi, el doctor Takayoshi Uematsu, jefe del Departamento de Diagnóstico por Imágenes Mamarias del Centro Oncológico de Shizuoka, dijo que la situación se debe a una serie de factores específicos de Japón.
El número de mujeres afectadas por el cáncer en Japón sigue en aumento. Para 2023, se estimaba que habría alrededor de 440.600 nuevos casos de cáncer en mujeres japonesas, de los cuales 97.300 serían de cáncer de mama, lo que representaría el 22%. Además, los datos de 2022 muestran que 15.912 mujeres fallecieron por cáncer de mama, representando el 9,8% de todas las muertes por cáncer en mujeres. Aunque la tasa de mortalidad por cáncer de mama en Japón es más baja que en países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia, ha continuado aumentando de manera constante desde la década de 1980, mientras que en esos países ha disminuido
INEFICACIA DE LAS MAMOGRAFÍAS EN JAPÓN
En Japón, las mamografías se introdujeron en el año 2000 para mujeres mayores de 50 años, y luego se extendieron a las mayores de 40 en 2004. Este enfoque se basó en el éxito de la reducción de mortalidad por cáncer de mama en países occidentales. Sin embargo, los datos muestran que en Japón esta estrategia no ha sido efectiva.
Uno de los principales problemas radica en la alta prevalencia de «mamas densas» entre las mujeres japonesas. Aproximadamente el 70-80% de las mujeres en el país tienen mamas densas, lo que significa que sus senos contienen más tejido glandular que grasa. Esto dificulta la detección del cáncer con mamografías, ya que tanto el tejido glandular como los tumores aparecen en blanco en las imágenes, lo que hace difícil distinguir entre ellos. La analogía más común es que buscar un tumor en una mama densa es como tratar de encontrar un conejo blanco en un campo de nieve.
ALTERNATIVAS MÁS EFICACES
Los estudios han demostrado que para las mujeres con mamas densas, la ecografía (ultrasonido) es una herramienta mucho más eficaz para detectar pequeños tumores. En un estudio realizado en 2016 con más de 76.000 mujeres japonesas, se comparó la eficacia de las mamografías con y sin ecografía. Los resultados mostraron que la combinación de ambas pruebas aumentaba significativamente la tasa de detección de cáncer de mama en un 1,5 veces.
Sin embargo, el sistema de salud pública en Japón sigue dependiendo en gran medida de las mamografías, y la implementación de ecografías no es uniforme en todo el país. Además, aunque las ecografías son útiles, también aumentan el riesgo de falsos positivos, lo que puede generar ansiedad innecesaria y más pruebas invasivas.
Otro de los problemas que enfrenta Japón es la falta de un sistema adecuado de seguimiento y evaluación de la efectividad de los programas de detección temprana (cribado). A diferencia de Europa, donde los gobiernos locales realizan un seguimiento riguroso de las personas que se someten a las pruebas, en Japón no existe un sistema de verificación para saber si las pruebas son efectivas o si se han producido diagnósticos fallidos. Esto dificulta la mejora del sistema actual de cribado.
En Japón, se está promoviendo cada vez más la concienciación sobre la salud mamaria, un concepto conocido como “breast awareness”. Este enfoque fomenta que las mujeres estén atentas a los cambios en sus senos y realicen auto exámenes regulares. Si bien esta práctica no sustituye a los exámenes médicos, puede ayudar a detectar cambios tempranos y alertar a las mujeres sobre la necesidad de acudir a un especialista. (RI/AG/IP/)