¿Alguna vez te has quedado paralizado por el miedo a no tener el control y no saber qué va a pasar después? A mí me ha pasado muchas veces porque quiero tener la certeza que todo va a salir como lo he planeado o porque no tengo la más mínima idea de cómo hacerlo ni por dónde empezar.
¿Mi pregunta sería, podemos realmente tener el control de todo lo que pase en nuestras vidas? Y la respuesta, como verán, es un rotundo ¡NO! Escuché una frase que me llamó la atención: “Si un problema tiene solución para qué preocuparse, y si no tiene solución, para qué preocuparse”. ¿Entonces por qué preocuparnos por algo que no podemos controlar? Lo mejor sería preguntarnos, qué podemos controlar y cómo lo podemos solucionar.
Muchas veces nuestra mente nos paraliza, queremos algo, pero de tanto pensar en ello el miedo nos bloquea. Y qué pasaría si lo hacemos a pesar del miedo, si lo hacemos, aunque no sepamos cómo lo vamos a hacer. Le tenemos miedo a que no salga como lo hemos planeado, a que fracasemos. Sin embargo, así salga mal, sería un aprendizaje y aprenderíamos la forma de ‘no’ hacerlo. Es mejor hacerlo y aprender de ello, a no hacer nada.
Recordemos este proverbio japonés, 猿も木から落ちる (Saru mo ki kara ochiru) “Incluso los monos se caen de las ramas”, que quiere decir, aún los más avezados y diestros, se tropiezan y caen, o 七転び八起き (nanakorobi yaoki) “Te caes 7 veces y te levantas 8”, que nos muestra que nos podemos tropezar y caer, pero lo más importante es levantarnos y seguir para adelante.
Si nos ponemos a pensar y a analizar nuestras propias vidas, veremos que cuando hemos logrado algo que queríamos, es porque a pesar de la incomodidad, del miedo, lo hicimos de todos modos. Parecería magia, pero cuando hemos tomado acción, de repente, conocimos a alguien que nos enseñó algo que era necesario para seguir avanzando.
La vida es como cuando vamos manejando por la carretera en la noche. Nosotros sabemos que queremos ir desde A hasta B, vamos avanzando y las luces del carro solo nos alumbra 30 metros hacia adelante, conforme vamos avanzando, vamos viendo el camino. No vemos desde A como es todo el camino hasta B. De igual manera pasa con nuestras vidas. No vemos desde donde estamos todo lo que tendremos hacer para llegar a donde queremos. Sin embargo, si no avanzamos hacia dónde queremos ir, y solo pensamos en ello, nada va a pasar.
¿Qué podemos hacer para avanzar a pesar del miedo?
1. Aceptar tal como nos sentimos, observarnos sin sentirnos culpables. Hay que ver las cosas como son y no peor de lo que son. La verdad es que nos sentimos mal, no por lo que realmente está pasando, sino por lo que pensamos y creemos que está pasando o va a pasar.
Anthony Robbins, quien es un reconocido autor, coach, conferencista y empresario americano, dice que nuestros pensamientos crean nuestros sentimientos y según lo que sentimos actuamos y eso crea nuestros resultados. Por ejemplo, si vamos por la calle, vemos a un amigo y no nos saluda, pensamos, es un engreído, no valora mi amistad, el día que lo vea, voy a estar molesta con él, le hablo mal y el resultado será que nuestra relación se deteriore. Si, en cambio, pienso, seguro que estaba preocupado con otras cosas y no me vio, cuando lo vea, no reaccionaré mal, al contrario, le preguntaré si todo está bien y tendré empatía con él. Como ven, todo lo creamos desde nuestro pensamiento.
2. Hacer preguntas poderosas. Dependiendo de la pregunta, nuestra mente va a responder de manera positiva o negativa. Por ejemplo, si me pregunto, por qué soy tan indecisa, mi mente me va a decir, porque no sé lo que quiero, porque no confío en mí, etc. Y en vez de que la pregunta me ayude, me hunde más. En cambio, si me pregunto, por qué puedo lograr eso que quiero, mi respuesta sería porque soy disciplinada, porque busqué ayuda con un mentor o coach, porque me lo merezco y estoy haciendo todo lo necesario para lograrlo, porque confío en mí y en mis capacidades, etc. Como verás estas respuestas, nos dan el empujón que necesitamos para avanzar.
Responde sinceramente estas preguntas:
● ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si logras lo que quieres?
● ¿Qué es lo peor que te puede pasar si lo haces y no lo logras? Estoy segura que lo peor que te puede pasar, no te va a matar, te va a ser más fuerte.
● ¿De qué te arrepentirías si no lo haces?
3. Decidir y actuar. “Si lo piensas, decídelo. Si lo decidiste, no lo pienses». Muchas veces le damos muchas vueltas a un problema cuando lo que debemos hacer es actuar. No preocuparnos, sino ‘ocuparnos’, es decir, no lo sigas pensando, ¡hazlo!. Recuerda que para avanzar a pesar del miedo tenemos que aceptar como nos sentimos, hacernos preguntas poderosas, decidir y actuar. No nos dejemos vencer por el miedo. Les aseguro que, al avanzar, veremos el camino con más claridad y descubriremos nuevas oportunidades.
Muchas gracias por leerme.
(*) Lic. Milena Kanna
Docente en Gunma Prefectural Women’s University
Life Coach
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