«Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor», escribió su hija Keiko Fujimori en redes sociales, anunciando el fallecimiento del ex presidente de Perú a los 86 años de edad. La noticia, que rápidamente se propagó por los medios internacionales, tuvo un especial eco en la prensa japonesa debido al origen nipón del ex mandatario.
La cadena pública NHK emitió un aviso urgente a las 8:50 horas locales que anunció la muerte del expresidente peruano, destacando su rol como el primer presidente de origen japonés en Latinoamérica y recordando su liderazgo durante uno de los episodios más complejos de su mandato: la crisis de los rehenes en la embajada japonesa en Lima en 1996.
NHK recalcó que, bajo el mando de Fujimori, Perú logró grandes avances en la estabilización económica y la lucha contra el terrorismo, aunque también subrayó las críticas recibidas por sus prácticas autoritarias.
«Durante su mandato, superó la inflación mediante la austeridad fiscal para reconstruir la economía, tomó medidas enérgicas contra los grupos armados antigubernamentales y mejoró drásticamente la seguridad. Jugó un papel decisivo en la crisis de los rehenes de 1996 en la residencia del embajador japonés. rescató a la mayoría de los rehenes», dijo la televisora japonesa.
«Por otro lado -continuó NHK- su postura política de mano dura generó críticas tanto a nivel nacional como internacional, y efectivamente desertó a Japón en 2000, perdiendo su puesto como presidente».
LA «IMAGEN DE DICTADOR»
El diario Asahi Shimbun también se hizo eco de la noticia, resaltando la mezcla de legado que dejó el ex dictador: por un lado, las políticas que sacaron al país de la hiperinflación y mejoraron la seguridad; por otro, las graves violaciones a los derechos humanos que marcaron su gobierno.
«Después de convertirse en el primer descendiente de japonés presidente del Perú, se centró en luchar contra la pobreza y mejorar la seguridad pública, y ayudó a reconstruir la economía tras la hiperinflación . Si bien tiene una popularidad profundamente arraigada en la sociedad peruana, también tiene una fuerte imagen como el ‘dictador’ que forzó la disolución del parlamento, suspendido la constitución y violó repetidamente los derechos humanos en nombre de la restauración del orden público», dijo el Asahi Shimbun.
La nota de Asahi añadió que Fujimori, nacido en Lima en 1938 de padres originarios de la prefectura de Kumamoto, había sido condenado a 25 años de prisión en 2009 por su implicación en la creación de escuadrones de la muerte, aunque fue liberado en 2023 debido a su delicado estado de salud.
POSTURA FIRME ANTE EL TERRORISMO
Por su parte, Fuji TV recordó los detalles más controvertidos del exilio de Fujimori en Japón, tras la caída de su gobierno en 2000. Este medio subrayó que «durante la crisis de la embajada japonesa en Perú en diciembre de 1996, en la que ciudadanos japoneses fueron tomados como rehenes, Fujimori adoptó una postura firme frente al grupo terrorista de izquierda responsable, logrando resolver la situación. Sin embargo, debido a la corrupción de su gobierno, en noviembre de 2000 se exilió en Japón».
«En octubre de 2005, al salir de Japón para participar en las elecciones presidenciales de Perú al año siguiente, fue detenido en Chile, y en septiembre de 2007 fue extraditado a Perú», recordó Fuji TV.
«En enero de 2010, fue condenado a 25 años de prisión por dirigir asesinatos de civiles a manos del ejército peruano durante su mandato. Sin embargo, su estado de salud se deterioró, lo que lo llevó a ser hospitalizado en varias ocasiones, mientras las decisiones sobre su indulto fueron revocadas en varias ocasiones», señaló la televisora japonesa. (RI/AG/IP/)