Desde la introducción de la «Alerta Especial de Precaución por Golpe de Calor» este año, la demanda de instalaciones con aire acondicionado ha aumentado significativamente.
Esta «alerta», ha llevado a la designación de numerosos edificios públicos y privados como refugios contra el calor en todo Japón. Sin embargo, la implementación de esta medida ha generado tensiones en espacios como centros comerciales y bibliotecas, reflejando un creciente conflicto social.
En un centro comercial de Kanagawa, durante el apogeo del verano, el área del comedor de los puestos de comidas ha sido invadida por familias y grupos que buscan alivio del calor. Recientemente, un grupo de personas mayores ocupó mesas durante más de cuatro horas sin realizar compras, bebiendo del agua gratuita y negándose a compartir el espacio con otros clientes.
El problema no se limita a los centros comerciales. En una biblioteca en Chiba, el personal ha informado que el espacio destinado para estudiantes se ha visto ocupado por personas mayores en busca de refugio. Además de la falta de asientos, se han reportado casos de ancianos durmiendo en los espacios de lectura, lo que impide el uso adecuado del área.
En estaciones de tren y otros espacios públicos, se ha observado un patrón similar. Personas mayores han ocupado bancos y áreas de descanso durante largos períodos, a veces utilizando servicios pagos como sillas de masaje, sin pagar. Este comportamiento ha generado conflictos con otros usuarios, creando un malestar generalizado.
Según el portal News Post Seven, las autoridades y la comunidad deben abordar estos problemas buscando soluciones que equilibren la necesidad de refugio contra el calor con el respeto y la comodidad de todos los usuarios. Encontrar un enfoque equitativo es crucial para evitar que estas tensiones se profundicen y se conviertan en una división social. (International Press)
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