En los Juegos Olímpicos de París, el combate de judo masculino en la categoría de 60 kg ha generado una gran controversia. El judoca japonés, Ryuju Nagayama, fue derrotado en los cuartos de final por el español Francisco Garrigos, en un combate que ha sido objeto de intensas críticas.
El incidente se centró en una técnica de estrangulamiento aplicada por Garrigos después de que el árbitro diera la orden de detener la acción. A pesar de la orden de «mate», Nagayama perdió el conocimiento, lo que llevó a una decisión de «ippon» en su contra desatando la polémica.
Tras el combate, las críticas se dirigieron tanto hacia Garrigos como hacia la árbitra mexicana Elizabeth González, quienes fueron acusados de ignorar las reglas. La decisión de continuar la técnica después de la orden de detener causó indignación en Japón, donde muchos consideraron que la acción fue inapropiada.
Medios españoles, como MARCA, defendieron a Garrigos, alegando que había sido amenazado por fanáticos japoneses tras el combate. Además, señalaron que Nagayama rechazó estrechar la mano de su oponente, lo que fue visto como una muestra de mal carácter.
¿MAL CARÁCTER DE LOS JAPONESES?
El entrenador de Garrigos, Kiko Ruiz, expresó su desconcierto ante la reacción japonesa, argumentando que su pupilo solo cumplió con su deber. Sin embargo, también reconoció que Garrigos se disculpó con Nagayama tras el combate, un gesto que fue ignorado en las críticas.
La actitud de Nagayama ha sido interpretada por algunos medios internacionales como una muestra del «muy mal carácter» que, según ellos, caracteriza a los japoneses en situaciones de tensión. Esta opinión ha alimentado el debate sobre las diferencias culturales y la percepción internacional de la deportividad.
A pesar de la controversia, Nagayama logró ganar una medalla de bronce al avanzar en la ronda de repesca. Sin embargo, el incidente en su combate con Garrigos ha seguido siendo un tema de discusión, con opiniones polarizadas entre los seguidores del deporte.
El uso de tecnología VAR en el judo ha sido tema de debate, con cuestionamientos sobre la capacidad de los árbitros para interpretar correctamente las imágenes. Este incidente ha reavivado la discusión sobre la calidad del arbitraje en competencias internacionales.
Expertos sugieren que la introducción de inteligencia artificial en el arbitraje podría ser una solución futura para evitar errores humanos. La tecnología podría mejorar la equidad en las decisiones, minimizando la controversia en eventos de esta magnitud. (RI/AG/International Press)
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