El concejal Takahisa Sato (73) del Municipio de Ogawara, prefectura de Miyagi, presentó hoy su renuncia tras ser descubierto jugando en su smartphone durante una sesión ordinaria de la asamblea en junio pasado.
La denuncia surgió de luego de ser visto por un grupo de escolares de sexto grado de primaria que visitaban el ayuntamiento y que contaron el episodio en sus redacciones de clase provocando un escándalo.
El concejal fue visto jugando en el smartphone que operaba debajo de la mesa de su escaño mientras la asamblea respondía a preguntas sobre la gestión municipal. Luego de conocerse el hecho llegaron más de un centenar de quejas de ciudadanos indignados con Sato.
«No recuerdo qué pasó, pero como muchos niños lo vieron, lo acepto como un hecho. Fue un acto que violó la moral y estoy profundamente arrepentido», declaró el concejal al diario Yomiuri hace una semana.
Hoy, la Asamblea Municipal aprobó por mayoría una moción de censura contra Sato y presentó su dimisión al cargo. Tras la votación, el concejal pidió disculpas públicamente ante los medios, reconociendo el daño causado a la confianza pública en la institución. «Lo siento mucho por haber comprometido la confianza en el municipio», expresó.
Aunque en un principio Sato planeaba continuar en el cargo alentado por el apoyo de su comité de campaña, finalmente dijo que decidió renunciar debido a amenazas contra su familia. «Inicialmente, tenía la intención de continuar hasta el final, pero surgieron amenazas contra la vida de mi familia que me impidieron seguir», explicó.
Sato se negó a proporcionar detalles sobre las amenazas recibidas, afirmando repetidamente que no podía hablar sobre el tema. (RI/AG/IP/)