Para el 19 de julio estaba programada la presencia de un funcionario de Hyogo para testificar contra el gobernador de la prefectura, Motohiko Saito, ante un comité especial de investigación creado por la asamblea prefectural.
Saito es acusado de corrupción y acoso de poder.
Su testimonio ya no será posible. El funcionario de 60 años murió repentinamente el 7 de julio en su casa, aparentemente por suicidio.
El miércoles, Setsuo Tsuchitori, presidente del sindicato de trabajadores de la prefectura de Hyogo, que representa a unos 4.000 empleados, exigió al gobernador que renuncie, informa Asahi Shimbun.
La organización sindical sostiene que la administración de la prefectura se ha estancado y que no hay esperanzas de recuperar la confianza de los residentes de Hyogo en su gobierno.
Mientras tanto, Saito dijo que no dimitirá y anunció que intentará restablecer paulatinamente la confianza de los ciudadanos en su gobierno mediante el trabajo diario y el diálogo.
Con respecto a la repentina muerte del funcionario que lo había denunciado se declaró “consternado y perplejo”.
Saito dijo que el difunto, que estaba suspendido como castigo por su denuncia, habría sentido una fuerte una carga psicológica por su intervención en el comité.
En marzo, el funcionario entregó a periodistas y a algunos miembros de la asamblea de Hyogo documentos en los cuales sostenía que Saito había recibido obsequios de empresas de la prefectura como una cafetera de alta gama y ejercía abuso amparado en su posición de poder contra subalternos.
El aludido dijo que las acusaciones eran “un montón de mentiras”. (International Press)
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