En julio del año pasado, la joven Runa Tamura asesinó y decapitó a un hombre de 62 años en un hotel en la ciudad de Sapporo.
La policía arrestó a Runa -que salió del hotel llevando la cabeza de la víctima en una maleta- por el crimen, así como a sus padres por complicidad.
Actualmente se está llevando a cabo el juicio de la madre de Runa, Hiroko (61 años), acusada de complicidad en la destrucción y el abandono del cadáver.
El padre de Runa (30) y esposo de Hiroko, el psiquiatra Osamu Tamura (60), se presentó en el Tribunal de Distrito de Sapporo como testigo en el proceso contra Hiroko.
Osamu ofreció disculpas a la familia del hombre decapitado.
“Las palabras no pueden expresar lo que siento. Hicimos algo que nunca se podrá deshacer. Lo siento mucho”, dijo, según Yomiuri Shimbun
Osamu declaró que no sabe por qué su hija mató al hombre.
Runa tiene problemas mentales desde joven, de acuerdo con su padre. Intentó suicidarse varias veces desde que tenía 18 o 19 años y comenzó a llamarse a sí misma “Cynthia”, entre otros nombres.
“Runa está muerta”, decía.
Como psiquiatra, Osamu dijo que hacía lo posible para cumplir con los deseos de su hija con la esperanza de estabilizar su salud mental.
Sin embargo, dijo que se negaba a hacer cualquier cosa que pudiera poner en peligro la vida de su hija o meter en problemas a otros.
No obstante, Osamu reconoció que llevó a Runa hacia y desde el hotel donde ocurrió el crimen.
Si bien no tenía certeza de que hubiera cometido un asesinato, era consciente de que existía la posibilidad, pero nunca le preguntó qué había hecho.
“Fue algo tan terrible que me quedé sin palabras. Al mismo tiempo, para ‘Cynthia’ éramos desconocidos”, añadió.
Por último, dijo que no avisó a la policía para no sentir que estaba traicionando a su hija.
El hombre vio a su esposa por primera vez desde su arresto en julio del año pasado.
La mujer también fue arrestada, pero está en libertad bajo fianza y tiene prohibido comunicarse con Osamu y Runa para que no coordinen sus defensas.
La mujer se secaba las lágrimas con un pañuelo mientras miraba a su esposo, revela Yomiuri.
También participó en el juicio la viuda de la víctima.
“Era un buen marido y padre. ¿Por qué tuvieron que matarlo?”, dijo.
La mujer contó que un policía le pidió que identificara el cuerpo de su esposo.
“Yo le dije: ‘Lo sabré cuando vea su cara’, pero el agente le dijo: No tiene cabeza’”, recordó. (International Press)
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