Cuando ocurrió el terremoto en la prefectura de Ishikawa el 1 de enero, la pareja formada por Yuta Tobe, empleado del municipio de la ciudad de Suzu, y su esposa Tomoe, estaban con su hija Fumi, de 5 años, y los padres de Tomoe en un centro comercial.
Cuando se emitió la alerta de tsunami, los cinco fueron a la casa del hermano menor de Tomoe en la ciudad de Nonoichi, a unas tres horas en coche.
La casa de madera de dos pisos donde vivían Tobe, su esposa, su hija y sus suegros sufrió daños graves por el tsunami, revela Jiji Press.
Los padres de Tomoe regresaron a Suzu al día siguiente. Agua de mar había entrado en la vivienda y por dentro estaba cubierta de barro.
Tras el terremoto de 7,6, Tobe, como empleado municipal, estuvo ocupado lidiando con los efectos del devastador sismo.
Su esposa estaba embarazada y en junio dio a luz en un centro de evacuación a 120 kilómetros de su casa.
El bebé ha dado “una nueva luz de esperanza” a la pareja damnificada por el desastre. “Con que crezca sano será suficiente”, dicen. (International Press)
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