La potencia de fuego de Ucrania ha mejorado desde que los legisladores estadounidenses aprobaron un muy necesario paquete de ayuda militar, pero antes las fuerzas de defensa ucranianas tuvieron que perder territorio mientras llegaban las armas.
La publicación analiza que si bien la llegada de municiones occidentales ha reducido la evidente superioridad de la artillera rusa, las fuerzas de Moscú todavía están ganando terreno a lo largo de la línea del frente y es probable que continúen haciéndolo en el verano, cuando un terreno más seco y días más largos ayuden en su avance.
Kiev está recurriendo a la estrategia de «doblarse pero no romperse» para ganar tiempo hasta que reciba más armas y municiones occidentales en el frente.
Al ceder parte del territorio, escribe analistas militares del New York Times, Ucrania tuvo la oportunidad de realizar operaciones militares desde posiciones más protegidas.
Ucrania ha desplegado una estrategia defensiva flexible de «banda elástica» para ganar tiempo hasta que esté mejor armada y segura.
Según los analistas, al tomar decisiones dolorosas sobre la retirada a posiciones mejor protegidas, las tropas ucranianas pueden luchar más eficazmente y preservar a su personal.
«En el tiempo esta estrategia es beneficiosa: puedes ceder un pequeño territorio, pero luego conseguir más», dijeron.
La publicación también destaca que esta estrategia contrasta con la batalla de nueve meses por la ciudad de Bakhmut, donde las tropas ucranianas sufrieron pérdidas importantes en un intento inútil de controlar la ciudad.
El primer viceministro de defensa de Ucrania, Ivan Havriliuk, dijo a Associated Press que Ucrania ya está viendo los resultados de la ayuda estadounidense: «La ventaja de artillería de Rusia era de 7 a 1 a principios de año, pero ahora se ha reducido a 5 a 1».
Gavrilyuk señaló que Ucrania necesita al menos 130 aviones de combate F-16 para neutralizar la aviación rusa, pero también aseguró que con el tiempo Ucrania alcanzará la superioridad en su propio espacio aéreo. (RI/AG/IP/)