En 2014, 147.296 profesionales extranjeros altamente calificados trabajaban en Japón.
Su población aumentó a 457.386 en 2023, 210 % más, destaca Yomiuri Shimbun.
Si bien Tokio alberga al mayor número de esta fuerza laboral (200.160), el incremento (160 %) ha sido inferior a la media nacional.
Si en 2014 los extranjeros altamente calificados en la capital japonesa representaban el 51 % del total nacional, la proporción cayó a 43,7 % en 2023.
En cambio, otras prefecturas han registrado aumentos notables: Shiga (a 4.489, 520 % más), Gunma (a 6.657, 440 % más) y Kumamoto (a 2.792, 400 % más).
Más allá de las cifras, esta fuerza laboral es cada vez más importante en un país que sufre una crónica y aguda escasez de mano de obra.
No se trata solo de que cada vez hay menos japoneses en edad productiva; a ello hay que añadirle que los jóvenes prefieren las ciudadades (mayores oportunidades laborales y educativas).
“Los jóvenes japoneses ni siquiera consideran las zonas rurales, los talentos extranjeros son nuestro salvavidas”, dice el presidente de una empresa de construcción en la prefectura de Hiroshima.
De sus 85 empleados, 45 son profesionales extranjeros graduados de universidades de varios países, entre ellos Vietnam.
La empresa, que posee patentes en aislamiento sísmico y métodos de construcción, paga el mismo salario a japoneses y extranjeros.
Los criterios de evaluación de su personal son los mismos, independientemente de la nacionalidad.
Además, incentiva a las parejas casadas a trabajar juntas para propiciar la unión familiar.
Conscientes de su creciente importancia, el gobierno de otra prefectura, Kagawa, promoverá el trabajo en empresas de la zona durante un curso de educación de idioma japonés en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hanói, en Vietnam.
Para el gobierno japonés, los extranjeros altamente calificados son aquellos graduados de universidades japonesas, o de extranjeras y que trabajan en investigación, desarrollo o ventas para empresas japonesas en el exterior. (International Press)
