Ryutaro Takarajima, el empresario de 55 años, y su esposa Sachiko, de 56, cuyos cuerpos carbonizados fueron encontrados en abril en la orilla de un río en la ciudad de Nasu, prefectura de Tochigi, eran una pareja exitosa y querida por su personal, según testimonios recogidos por Mainichi Shimbun.
Los esposos tenían cerca de 20 restaurantes en el distrito de Ueno, Tokio.
En los últimos años, en una coyuntura crítica para la industria de los restaurantes por la pandemia, la pareja abrió más de diez locales.
Tanto llegaron a crecer que algunos vecinos llamaban a una calle donde funcionaban sus negocios “Calle Takarajima”.
Una empleada los recuerda con cariño: “Siempre estaban sonriendo y parecían llevarse bien”.
También destaca la pasión con la cual se dirigían a sus empleados cuando les daban órdenes.
A Sachiko le decían “mamá”.
El aprecio es compartido por extrabajadores.
Un hombre recuerda que Ryutaro iba al local donde trabajaba todos los días y “limpiaba el lugar de manera proactiva”.
Una mujer dice: “Había muchos extranjeros con un japonés pobre como yo trabajando en sus restaurantes, pero él nos enseñaba con delicadeza”.
Por otro lado, sin embargo, los esposos tenían problemas con los restaurantes vecinos por atraer clientes a sus locales.
El dueño de un negocio cuenta a Mainichi que es testigo desde hace unos años de cómo los empleados de los locales de Takarajima y los trabajadores de restaurantes rivales se gritan entre ellos en disputas por los clientes.
Otra persona que conocía a los esposos siembra dudas sobre el origen de su prosperidad.
“La pareja expandió rápidamente su negocio, pero abrir un local cuesta decenas de millones de yenes sólo en inversiones iniciales. Me pregunto cómo lograron conseguir el dinero”, dice.
Hasta el momento la policía ha arrestado a cuatro personas por su relación con la quema de los cuerpos. (International Press)
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