La sección “solucionador de problemas” de Yomiuri Shimbun recibió la carta de un hombre en la cincuentena que protagoniza un insólito caso.
El hombre, que reside en la prefectura de Kanagawa, cuenta que lleva 20 años enamorado de una mujer.
Al principio se reunían una vez al mes para comer o salir juntos.
Diez años después de conocerse, tuvieron su primera relación sexual.
Entonces, ella comenzó a exigirle 100.000 yenes (645 dólares) mensuales para verse. Lo hacían una vez al mes.
Era caro, pero él quería seguir viéndola y albergaba la esperanza de convertirse, algún día, en el novio de la mujer.
Hasta que un día, hace unos 3 años, ella se negó a tener relaciones sexuales con él. Desde entonces volvieron a salir solo para comer.
Lo más extraño ocurrió más adelante en una de sus citas mensuales: la mujer llevaba un anillo de bodas en su mano.
Para sorpresa del lector de Yomiuri, la mujer le contó que se había casado con otro hombre y que había tenido dos hijos. “No me di cuenta para nada de que había estado embarazada”, dice.
Hace casi un año que no la ve ni tiene contacto con ella. Sin embargo, “aunque fui engañado, todavía la amo y no me importa recuperar mi dinero”, dice.
El hombre calcula que -hasta que la mujer le dijo estaba casada y era madre- le dio al menos 8 millones de yenes (51.000 dólares).
“¿Cómo la dejo ir?”, pregunta. ¿Cómo sigue adelante con su vida?
El profesor Masahiro Yamada le contesta que aunque terminó siendo engañado con ocho millones de yenes, “lo mejor que puede hacer es seguir adelante”.
“Que lo pasado sea pasado”, añade.
Yamada le aconseja reactivar su vida sentimental, salir con mujeres de su entorno o probar aplicaciones de citas confiables.
Quién sabe, quizá en una de esas citas “encuentre a alguien que lo ame y se preocupe por usted”.
“Si conoce a ese alguien, estoy seguro de que su ‘exnovia’ se convertirá en un recuerdo del pasado”, concluye. (International Press)
