La policía de la prefectura de Tochigi arrestó a Ryoken Hirayama, un trabajador de construcción de 25 años, por destrucción de cuerpos.
Hirayama está relacionado con el hallazgo de dos cadáveres carbonizados el 16 de abril en el lecho de un río en una zona montañosa del pueblo de Nasu.
Uno de los cuerpos pertenecía al empresario de 55 años Ryutaro Takarajima, dueño de 14 restaurantes.
El otro cuerpo sería el de su esposa.
Un día después, Hirayama, por voluntad propia, fue a la policía para entregarse.
La policía sospecha que el joven prendió fuego a las dos personas, informa Asahi Shimbun.
Unas tres horas antes de que se hallaran los cadáveres, se registró la presencia en el lugar de un coche negro que está a nombre de Hirayama.
El hombre declaró a la policía que recibió instrucciones de otras personas para quemar los cuerpos.
Las víctimas probablemente fueron asesinadas antes de que Hirayama les prendiera fuego.
Ambas murieron por asfixia. Sus cabezas estaban cubiertas con bolsas y cinta adhesiva. La mujer, además, tenía una fractura craneal.
Un día antes, entre las 11 y 11:30 de la noche, una cámara captó a Takarajima y su esposa junto a varias personas en Shinagawa, Tokio.
En algún momento después, la pareja habría sido forzada a entrar al coche de Hirayama.
La policía continúa buscando a las otras personas que estarían implicadas.
En el interior del coche del hombre se encontraron manchas de sangre, revela Kyodo.
Hirayama compró cinta adhesiva, gasolina y un recipiente. Sin embargo, negó haber asesinado a la pareja.
Por otro lado, por la descripción de sus empleados, Takarajima era una persona sencilla, querida por su personal.
Un trabajador de uno de sus restaurantes dijo que se referían a él como “papá” y que el empresario con frecuencia iba a sus negocios en bicicleta. (International Press)
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